Caída del 10%

Los inversores huyen de nuevo del chicharro Urbas tras hundirse el beneficio semestral

Urbas plan estratégico
Juan Antonio Acedo, presidente de Urbas.

Las acciones de Urbas acumulan una caída superior al 10% en el acumulado de una semana al calor de la presentación de resultados semestrales del grupo de construcción. El beneficio de la compañía dirigida por Juan Antonio Acedo Fernández se hundió un 46%, hasta los 16,01 millones de euros, respecto al mismo periodo del curso anterior.

Los resultados se conocieron este lunes, pero el viernes los títulos ya cayeron el 3,42%, consciente los inversores de las cifras que se podrían conocer en el inicio de esta semana. Urbas vuelve a comportarse como un chicharro bursátil, un valor agarrado a la volatilidad donde sus acciones viven inmersas en bruscas subidas y bajadas acompañadas de jornadas sin dar un solo cambio.

El último ejemplo fue agosto donde en apenas dos semanas se movió el 22% del capital social. Un hecho fuera de lo común para una empresa que apenas vale en Bolsa 54 millones de euros. El resultado de los movimientos fue beneficioso para Urbas, algo inédito atendiendo a la cotización de la constructora los últimos años.

La compañía ha conseguido reducir su deuda en 165 millones de euros desde inicios de año, pero el pasivo sigue siendo un problema, tal y como se reconoció con los resultados. Urbas continúa analizando distintas opciones para lograr nuevos modelos y productos de financiación tanto en España como fuera de las fronteras nacionales. La compañía tiene que seguir restructurando y refinanciando la deuda financiera incorporada tras las últimas compras. La emisión de instrumentos de renta fija, tanto a corto como a medio plazo, a través de pagarés, como a largo plazo, usando bonos, están sobre la mesa.

Urbas aprobó este verano en junta de accionistas una ampliación de capital de 34,3 millones de euros para aliviar la dura situación y la relación con los acreedores de la empresa. La ampliación era casi una cuestión personal para Acedo pues es uno de los acreedores de Urbas. La inyección de liquidez dio un respiro al balance tras las adquisiciones de cursos anteriores, pero la empresa cerró el verano anunciando nuevas compras y proyectos que vuelven a presionar al pasivo del grupo.

Los objetivos de Urbas son realmente ambiciosos teniendo en cuenta los números actuales de una facturación de 161 millones de euros y un beneficio bruto de explotación (ebitda) de 26 millones de euros. Las cifras son mejores que un año atrás, pero el objetivo es cerrar 2022 con más de 400 millones en ventas para pasar a 800 millones en 2024 y dispararlos a 1.000 millones en 2025. La cifra de negocio crecería en 55 veces en un lustro. Largo lo fía Acedo.

Los inversores lo tienen claro y las acciones suman una caída superior al 5% en lo que va de año, pese a las fluctuaciones vividas en agosto que se saldaron con la entrada en positivo del valor en el acumulado anual.

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