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Chanel demanda a una firma de muebles americana por publicidad falsa y competencia desleal

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Chanel (Foto. Chanel)
María Villardón

Chanel no está en el sector del diseño de mobiliario, pero no importa, su conocido icono de la doble ‘C’ creado por Gabrielle Chanel a principios del S. XX es absolutamente sagrado ante la ley y ante los hombres.

La compañía de lujo gala, que acaba de revelar que tiene una facturación de 8.300 millones de euros anuales, ha demandado a la empresa estadounidense Luxe Event Rental & Décor por vender sillas de comedor y taburetes de madera para grandes eventos con el logotipo de la marca Chanel, según The Fashion Law. La firma de lujo acusa a la norteamericana de competencia desleal y le exige parte de las ganancias económicas que ha obtenido con la venta del confuso mobiliario.

Flor Antón, abogada de PONS IP, explica que “claramente la marca Chanel está muy protegida a nivel internacional y en todos los mercados”. Señala que Luxe “se beneficia de la imagen de marca de Chanel y se apoya en una marca renombrada para vender sus productos”.

Según la demanda de Chanel, la firma Luxe -con sede en Brooklyn- no sólo está saltándose la ley de marcas ofreciendo sus sillas con las dos ‘ces’, también está incumpliendo un acuerdo de solución que ambas partes firmaron en julio de 2017. El logo, defiende Chanel, es bien conocido por el consumidor y lo identifica de manera inmediata como un producto exclusivo y de alta calidad.

Silla de Luxe (Luxe)

Antón explica que, efectivamente, al ver la silla de Luxe “la imagen te lleva directamente a Chanel, es una marca renombrada que es reconocible por todo el mundo, aunque el usuario no sea experto en la materia”. Por ello, añade, cuando se crea “confusión en el consumidor” por el uso de este tipo de marcas se está perpetrando “competencia desleal”.

Los hechos se remontan a 2016, momento en el que la compañía de lujo con sede en París se entera de que hay una firma en EEUU que está comercializando material con su logotipo. De manera inmediata, Chanel manda una carta a Luxe exigiendo que cesara de distribuir y enriquecerse a costa de una marca registrada, como es el caso de la dos ‘ces’.

Finalmente, tal como indican en la denuncia ante los tribunales de Nueva York, las dos partes acordaron suspender el uso comercial de la marca Chanel, incluso retirando la publicidad o promoción de cualquier producto, folletos o página web con el logo centenario.

Antón señala que, en este caso, “el infractor sabe que está infringiendo la ley”. Luxe evitó una vez ir a los tribunales, pero parece que en esta ocasión no va a correr la misma suerte si Chanel consigue demostrar que ha habido incumplimiento de acuerdo. No obstante, la marca americana siempre podrá sacar el pañuelo de la redención y llegar a un acuerdo antes de ir a juicio.

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