Calviño mete otro gol a Ribera: coloca una directora de energía en la CNMC opuesta al tope al gas
La disparatada política económica de este nuestro Gobierno y sus guerras internas han vivido esta semana un nuevo capítulo de lo más sabroso, aunque ha pasado inadvertido salvo para los que están en la pomada. Se trata del nombramiento de Rocío Prieto nueva directora de energía de la CNMC; algo que parece un tema meramente técnico pero que en realidad es un gol por la escuadra que le ha metido Nadia Calviño a Teresa Ribera al nombrar una directora de derechas con el apoyo de Esquerra. ¿Alguien da más?
No es ningún secreto el enfrentamiento entre estas dos vicepresidentas de Pedro Sánchez, que se ha puesto de manifiesto en asuntos como el descuento de las gasolinas -que Ribera nunca ha apoyado y que pretende cargarse en enero, porque ella sólo quiere coches eléctricos-. Por otro lado, la CNMC es el único organismo que pone algo de racionalidad en cuestiones energéticas y que se opone a los disparates de Ribera: el último ejemplo es su empeño en mantener cerrados los almacenes de gas de Gijón pese a que tenemos un montón de metaneros dando vueltas por el litoral español que no pueden descargar porque los demás almacenes están llenos.
Para desactivar esta oposición, Ribera ha ido haciendo una labor de zapa para poner a los técnicos de la CNMC al servicio del Ministerio. Eso, aparte del cambalache de su maridito, Mariano Bacigalupo, al que ha pasado de la CNMC a la CNMV para asegurarse seis años más de sueldo público. Encima, le ha sustituido en el consejo de la comisión que vela por la competencia en España la protegida del matrimonio, María Jesús Martín Martínez.
La alianza anti-Ribera
Todo esto ha indignado a la presidenta de la CNMC, Cani Fernández, que se ha aliado con Calviño para hacer frente a esta injerencia. Y como la política hace extraños compañeros de cama, como es bien sabido, a esta alianza anti-Ribera se ha sumado el consejero de la Comisión nombrado por Esquerra, Pep Salas. Y su venganza se ha concretado en el citado nombramiento de Prieto, hasta ahora subdirectora de gas, por delante de la candidata riberista, María José Samaniego, subdirectora de energía eléctrica.
Con la agravantes de que Prieto es de derechas, o al menos liberal. «La nueva directora es de ala liberal y pro-mercado de la dirección. Contraria a las intervenciones de los mercados que favorecen Ribera, Natalia Fabra, etc.», señala una fuente conocedora de la situación.
Por cierto, la tal Fabra tiene lo suyo. Socialista de pro, es consejera «independiente» (tela) de Enagás y amiguísima de Ribera, quien ha adjudicado a dedo un contrato a su consultora para la modificación del mercado eléctrico europeo -como si nos fueran a hacer caso-. Asimismo, Sánchez ha nombrado a su hermano Jorge responsable del reparto de los fondos europeos a los que opta la propia Enagás, como ha denunciado OKDIARIO. Todo queda en casa. Ambos son hijos del Jorge Fabra que creó Red Eléctrica, ideólogo de la parte más extrema del PSOE y de Podemos sobre energía, y muy vinculado al lobby del gas.
Contraria al tope al gas
Volviendo a Prieto, otra fuente añade que «Rocío es una persona liberal, de centro-derecha, cercana ideológicamente al PP, nombrada en su día por el director Fernando Hernández, que a su vez fue nombrado por los Nadales».
Estas fuentes aseguran que es una firme opositora al tope al gas (la famosa «excepción ibérica») que está disparando la factura de la luz para los clientes de mercado libre a cambio de no bajar apenas el recibo de los del mercado regulado.
Por tanto, tenemos nueva directora de energía cercana al PP, nombrada por una alianza de Calviño, Cani Fernández y Esquerra Republicana para frenar la injerencia de Ribera en la CNMC y limitar su poder para seguir haciendo disparates en política energética. Veremos si lo consiguen y si esta alianza contra natura resiste el previsible contraataque de la ministra de Transición Ecológica.
Pero, de momento, es una buena noticia que hayan triunfado sus opositores. Y la CNMC está acelerando los trámites para que se pueda abrir el almacenamiento de El Musel y la central de As Pontes ha vuelto a quemar carbón. Ribera debe de tener los pelos como escarpias.