Reestructuración bancaria

CaixaBank ofrece menos ventajas en el ERE de fusión con Bankia que en Banca Cívica y Barclays

Caixabank
El presidente de CaixaBank, José Ignacio Goirigolzarri (i), y el consejero delegado de la entidad, Gonzalo Gortázar
Eduardo Segovia
  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

Las condiciones propuestas este martes por CaixaBank para el ERE de 8.291 empleados por la fusión con Bankia son muy inferiores a las que acordó en los procesos similares tras las adquisiciones de Banca Cívica o Barclays, y también en el de Banco de Valencia que corrió a cargo del FROB. Además, propone prejubilaciones a partir de 55 años, a pesar de que el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, se opone a esta figura. En todo caso, lo normal sería una mejora de las condiciones en la negociación con los sindicatos. La mitad, 4.100 por debajo de 50, y ahí muy poca voluntariedad, un 3% en la última.

En la primera reunión negociadora con los representantes de la plantilla, la entidad que preside José Ignacio Goirigolzarri planteó tanto bajas incentivadas como prejubilaciones, siempre voluntarias (aunque si no se apuntan suficientes empleados, serán forzosas). En el primer caso, que pretende que se aplique a la mitad de las salidas (unas 4.100) en menores de 50 años, ofrece como norma general 25 días por año trabajado con un máximo de 18 mensualidades. Esta cifra baja a 20 días y 12 mensualidades si el empleado tiene más de 63 años.

En cuanto a las prejubilaciones, la propuesta inicial recoge una compensación anual del 50% del salario a hasta cumplir 63 años para los mayores de 58. A esto hay que restarle la prestación por desempleo -que paga el erario público- y sumarle el llamado convenio especial de la Seguridad Social (el banco le paga las cotizaciones hasta esa edad para completar la pensión). Los que tengan entre 55 y 58 solo percibirán ese 50% durante cuatro años. Mayores de 62 máximo una anualidad.

Peor que Barclays y Banco de Valencia

Estas condiciones están alejadas de las que pactó CaixaBank en los ERE anteriores, en especial en los que se acometieron tras la compra de otras entidades citadas, si bien se aplicaron a muchos menos trabajadores que el proceso actual. En el proceso más reciente, de 2019, las bajas pagaron 45 días con año trabajado, con un mínimo de 36 mensualidades y un máximo de 42. Las prejubilaciones consistieron en el 57% del salario, durante ocho años a los que tenían 52 ó 53 y hasta la jubilación a los 63 para el resto, más una prima en función de la edad de entre 18.000 y 38.000 euros.

En el ERE posterior a la adquisición de Barclays por CaixaBank (afectó a 975 empleados en febrero de 2015), abonó 38 días por año trabajado con tope de 250.000 euros para los despidos. En el caso de las prejubilaciones, la compensación llegó al 90% del sueldo anual hasta los 63 años con un máximo de 320.000 euros, con un sistema creciente que partía del 75% del salario para los mayores de 52 años.

A eso había que sumar una prima lineal que iba desde 10.000 euros para los que llevasen menos de ocho años en Barclays hasta 30.000 para los que tuvieran una antigüedad superior a 16, más otros 1.000 euros más por cada año trabajado. Estas condiciones finales fueron muy superiores a las ofrecidas inicialmente por la entidad catalana.

También les fue mejor a los 765 afectados por el ERE de Banco de Valencia de febrero de 2013. Las bajas recibieron 30 días por año con un tope de 24 meses que se extendía a 36 para los mayores de 50 y menores de 53. Las prejubilaciones se aplicaron a los mayores de 54  con un porcentaje entre el 80% y el 85% del sueldo en función de la edad hasta los 63 años, con un tope de 250.000 euros.

Hay que recordar que el ERE de Banco de Valencia no fue ejecutado por CaixaBank, sino por el FROB que, en una sorprendente decisión, le entregó la entidad con el ajuste laboral ya ejecutado a costa del contribuyente, además de unas generosas garantías contra pérdidas (EPA, esquema de protección de activos) otorgadas en la subasta exprés de la entidad nacionalizada.

El chollo de Banca Cívica

Lo que no resiste comparación son las condiciones ofrecidas en el ERE de 1.500 trabajadores de Banca Cívica en mayo de 2012. Aquel proceso sí fue acometido por CaixaBank, se extendió a todos los empleados de la entidad catalana que quisieran apuntarse y las condiciones fueron extraordinariamente generosas.

En los despidos, la indemnización fue de 45 días por año, con un tope de 42 mensualidades o 300.000 euros para los que se apuntaran en un plazo de dos meses, que se reducían a 35 días, 24 mensualidades y 200.000 euros para los que lo hicieran después. Además, había un plus por años de servicio de un mínimo 10.000 para los que llevaran menos de cinco ejercicios y de 30.000 euros para los que llevaran más de 20. En el caso de las prejubilaciones, se pagó el 75% del salario hasta los 63 años y sin ningún tope.

Lo que propone ahora Goirigolzarri está más cerca -aunque por debajo- de lo que él mismo acordó en el ERE de 4.500 trabajadores que tuvo que acometer en Bankia en febrero de 2013 por las condiciones del rescate de la entidad. La indemnización fue de 30 días con un tope de 20 mensualidades para los menores de 54 años, aunque endulzada por un plus de 2.000 euros por cada tres años y otro de voluntariedad de entre 4.000 y 25.000 euros más, según la antigüedad.

Para los mayores de 54, se aplicaron prejubilaciones con un porcentaje del 60% del sueldo neto durante cinco años, si bien con un tope muy elevado de 350.000 euros y con un mínimo de 20 días por año.

Sea como fuere, en todos estos procesos las cantidades son muy superiores a las que marca la Ley tras la Reforma Laboral de 2012, que sitúa la indemnización obligatoria en 20 días por año trabajado con un tope de 12 mensualidades y es lo que se aplica en la mayoría de las empresas españolas.

Pero la banca sigue siendo el sector ‘rico’ pese a la crisis de la pandemia, a las pérdidas y a las fusiones, y sus gestores prefieren pagar más para garantizar la «paz social» y evitar huelgas y movilizaciones. El propio presidente de la patronal AEBJosé María Roldán, señaló ayer como uno de sus principales logros la mencionada paz social. No obstante lo cual, los sindicatos de CaixaBank y Bankia han calificado las condiciones ofrecidas en el ERE de «salvajes y vergonzosas».

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