¡Borreguismo bursátil!

Gisela Turazzini habla en su columna de opinión sobre el 'borreguismo bursátil', una gestión pasiva de las acciones bursátiles sin análisis.

borreguismo bursatil
Equipo de negocio en Bolsa (Foto: iStock)

“Nuestra consoladora convicción de que el mundo tiene sentido descansa sobre un fundamento seguro: nuestra capacidad casi ilimitada para ignorar nuestra ignorancia.», Daniel Kahneman

Admito cierta fascinación por la obra de Daniel Kahneman, Pensar rápido, pensar despacio. En ella nos deleita con un excelso trabajo acerca de la tan compleja toma de decisiones y su fundamentación lógica. Coincidirán conmigo en que la gran paradoja del ser humano es que siendo un ente lógico, hace cosas realmente ilógicas… ¿Les ha pasado alguna vez que por miedo a equivocarse hayan errado más aún tomando la decisión que pensaban que no era la correcta? ¡así somos!

La inseguridad es un mal endeble como seres humanos capaz de pensar con lógica pero de actuar de manera ilógica, formando, como les decía, aquella gran paradoja entre lo racional y lo ilógico. Sin olvidarnos de las emociones, ellas son quienes contaminan nuestra lógica. Pero, ¿qué sería al fin y al cabo de nuestro mundo sin emociones? He aprendido que poder controlar dichas emociones de manera lógica, es uno de los principales ejercicios que los Traders profesionales realizamos a menudo ejerciendo nuestra profesión.

Haciendo uso de mi trabajado control emocional, esta semana planteo los rebotes de la renta variable en Wall Street sobre un consenso premeditado de “sentimiento contrario”. Les explico, como pasa en toda corrección técnica los extremos de consenso bajista o del VIX, son caldo de cultivo para nuevos máximos en tendencia. ¡Es cierto! Pero también lo es que en todo cambio de tendencia, el primer rebote de impulso bajista nace de un extremo de consenso pesimista que sirve para encarnizar al más cuerdo, créanme. Sé que no son habituales los mercados bajistas, ni tampoco lo son los cambios en la tendencia primaria, pero no se engañen, ni crean que un atracón bajista se completa por lecturas extremas de consenso. Como siempre he mantenido, los rebotes nacen del alivio y la esperanza, y éstos son compromisos emocionales muy frágiles para con el mercado. Puede que muchos de ustedes consideren que esto ha sido solamente un bofetón, pero analizando la extremada capitalización y valoración de las dichosas FAANG, me atrevería a decir que esto no se ha terminado. El ciclo bajista se completará cuando el rebaño pase emocionalmente del arrepentimiento al dolor extremo, y eso señores ¡ni ha comenzado!

Hablar de rebaño significa hablar de “borreguismo bursátil” o gestión pasiva. Un borreguismo llevado a la enésima expresión, a un estadio que siendoles franca personalmente detesto. Un ejemplo de moda de rebaño son los roboadvisor, que consisten en comprar fondos índice. Compran, compran y siguen comprando la tendencia, sumándose a ella sin contemplar en ningún caso argumentos lógicos o emocionales de mercado. Tampoco argumentos de valor, ni razonamientos de momento técnico. ¡Borreguismo en estado puro señores! capaz de captar un billón de dólares al día del correctamente denominado “dinero estúpido”. Eso sí, nada les importa más a aquellos borreguistas bursátiles que la cuenta corriente. Felices al amparo de la mayor expansión monetaria de la historia y acostumbrados a ganar dinero sin sacrificio, o lo que es peor sin comprender verdaderamente por qué lo ganan. Dinero que aclaremos de antemano, suele serle devuelto al mercado con considerables intereses…

Y yo ante este desalentador escenario me pregunto: ¿y si la Fed en su esmero por manipular al consumidor ha errado en su lógica? Si sabemos que la economía se ha recuperado gracias al consumidor americano y que éste ha recuperado su moral debido al efecto riqueza, ¿qué sucederá sobre la economía cuando dicho consumidor comience a desesperarse por la devaluación de sus activos? La fragilidad sobre la economía va más allá de los datos publicados. Es obvio que esta ingente e irresponsable expansión monetaria tendrá consecuencias. Mientras los mercados sigan dominados por ese “borreguismo bursátil” (gestión pasiva), la volatilidad será causa-efecto de sus consecuencias. Lo que realmente me preocupa es cuando el miedo llegue al consumidor americano, ahí es cuando viviremos las verdaderas consecuencias de esta riqueza artificial generada al amparo de la compra de activos.

¡Profit Warning y análisis técnico! estos son los dos hitos que dan lógica a aquello ilógico. Lo que suceda en un futuro solamente lo sabe el destino, pero en cuanto a lo que a mi me concierne simplemente me interesa una cosa: centrarme en analizar día tras día mi hipótesis operativa, que como bien saben a día de hoy ¡es bajista! y así seguirá mientras el futuro del NASDAQ100 no sea capaz de cotizar por encima de los 7.100 puntos. No me fío de aquellos análisis que parecen haber encontrado un suelo, los argumentos que me han hecho construir una tesis de cambio de
tendencia primaria siguen siendo válidos y el primer rebote técnico de un mercado bajista suele ser siempre el más demoledor. Y lo es, sencillamente por la rabia que provoca el hecho de haber advertido el desastre, pero no  haberlo evitado. Háganme un favor: sean cautos y pacientes, puesto que para los alcistas hay mucho más a perder que a ganar.

Parafraseando a Mr. Kahneman, solemos buscar consuelo en creer que lo establecido en el mercado es lo correcto, pero lo que siempre es seguro es nuestra capacidad casi ilimitada para ignorar nuestra ignorancia. La experiencia me advierte que las tendencias se alimentan a sí mismas, pero por más que perduren en el tiempo. Nada, ¡absolutamente nada en esta vida es perenne! y si bien es cierto que no seremos jamás conocedores del futuro, también lo es que podemos estar cuanto menos advertidos de los riesgos que subyacen de “lo común” en nuestros mercados, de aquella absurda operativa que no está dominada por toros, ni por osos, ¡sino por borregos! y qué decirles si a mi siempre me ha encantado posicionarme, y a día de de hoy hace semanas que desperté de la hibernación.

Gisela Turazzini
CEO, Blackbird Broker

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