El BCE prevé una recuperación más lenta para los países de la eurozona en 2021
El panel de expertos del Banco Central Europeo (BCE) han rebajado las previsiones de crecimiento de los países de la zona euro para 2021 ante las dificultades de muchos estados para reactivar la actividad económica ante el aumento de los rebrotes y de las restricciones para frenar el avance del covid-19. La entidad monetaria estima que el PIB de la zona euro se sitúe en el 4,4% el próximo año, nueve décimas menos que en la previsión anterior.
Sin embargo, se atisba un mayor ritmo de recuperación para el 2022, cuando los expertos consultados por el banco central han elevado el crecimiento económico hasta el 3,7%, 1,1 puntos más. Para 2023 han asignado por primera vez un crecimiento del 1,9%.
Estas previsiones realizadas por los ‘sabios’ del BCE difiere de las proyecciones realizadas el pasado mes de diciembre, cuando las estimaciones macroeconómicas del emisor situaban el crecimiento del 3,9% para 2021 y del 4,2% para 2022. Con respecto al resto de datos económicos, se espera que la inflación de la zona euro sea del 0,9% este año, mientras que en 2022 se elevará al 1,3%. En ambos casos se trata de las mismas cifras que las estimadas anteriormente.
Por otro lado, pese al empeoramiento de las previsiones de PIB para este año, los analistas profesionales consideran que la tasa de paro será menor que en su estimación anterior. Así, en 2021 la tasa de paro cerrará en el 8,9%, dos décimas menos que la previsión anterior, mientras que en 2022 pasará a ser del 8,3%, una décima menos.
Doble recesión
Sin cambios. Así ha comenzado el año el Banco Central Europeo, que ha decido mantener intactos los tipos de interés de referencia para sus operaciones de refinanciación en el 0%, mientras que la tasa de facilidad de depósito continuará en el -0,50% y la de facilidad de préstamo, en el 0,25%. El banco también mantiene el tamaño de las compras contra la pandemia (PEPP) y el programa convencional.
De esta manera, y tal y como esperaba el consenso del mercado, el BCE ha preferido esperar para ver qué efectos tiene los estímulos monetarios que se pusieron en marcha en la última reunión que el Consejo de Gobierno celebró en 2020. Aunque el BCE no ha modificado el volumen de sus programas de compras de activos, sí ha avisado por primera vez de que no tiene por qué agotar su programa de compras de emergencia (PEPP) si las condiciones de financiación de la eurozona son favorables.
La autoridad monetaria se comprometió a comprar un volumen de hasta 1,85 billones de euros en activos hasta marzo de 2022. No obstante, «si las condiciones de financiación favorables se pueden mantener con flujos de compra de activos que no agoten el total del programa en el horizonte de compras netas del PEPP, no se usará en su totalidad», ha avisado el BCE.
Del lado contrario, si fuera necesario, el BCE elevaría todavía más el volumen si los efectos negativos de la pandemia siguen afectando a la economía y a la inflación. Con respecto al resto de instrumentos, el banco central seguirá realizando compras netas de activos bajo su programa estándar (APP) a un ritmo mensual de 20.000 millones netos «durante tanto tiempo como sea necesario».
«Si las condiciones de financiación favorables se pueden mantener con flujos de compra de activos que no agoten el total del programa en el horizonte de compras netas del PEPP, no se usará en su totalidad»