Bancos centrales

BCE: ¡Perversión contra el libre mercado!

El coste de capital manipulado hasta la extenuación, fomenta la financiación de proyectos de inversión no viables y de inversión en mercados especulativos en busca de simple rentabilidad.

Bolsa de Madrid
Bolsa de Madrid

«Es fácil ser visiblemente ‘compasivo’ si otros se ven obligados a pagar el costo». Murray Rothbard

¡Súper jueves! así denominaría la última comparecencia de Mario Draghi al mando del BCE. Tras una semana compleja para la banca española en bolsa, que capeó el temporal provocado por los comentarios del abogado del TJUE en contra del IRPH, con notables subidas en el mercado y en contra de todo pronóstico, la típica frase de “vende con el rumor y compra con la noticia” tomó fuerza nuevamente.

Sin embargo, por más que el mercado se empeñara en no claudicar, los soportes técnicos debían acometer un nuevo envite, ¡el del BCE! Las últimas dos reuniones del BCE sirvieron en bandeja la anulación del intento de cambio de tendencia que la renta variable en Europa ha intentado llevar a cabo a lo largo de este último año. Lejos de cumplir las expectativas en cuanto al programa de compra de activos, con un importe total de 20.000 millones de euros mensuales en deuda pública de manera indefinida (se esperaba programa de compra de activos de entre 30.000 y 45.000 millones de euros comprando activos de renta variable y deuda, en un plazo de entre 12 y 18 meses), las miradas estaban puestas sobre sus penalizaciones a la banca. La sentencia fue definitiva y las penalizaciones sobre la facilidad de depósito pasaron del -0,40% al -0,50%.

¿A qué se debe por lo tanto la orgía alcista del sector bancario del pasado viernes? Algunos analistas lo achacan a la sobreventa bajo aquel estruendo que destroza mis tímpanos tan típico para tratar de explicar lo inexplicable.

Más allá de la simplicidad del hecho, la realidad es muy distinta. Permítanme que les explique que una vez más, el desconocimiento general sobre las políticas monetarias permite un nuevo atraco tanto a la propiedad privada, como a valores humanos tan necesarios como el esfuerzo y el sacrificio. Nuestro banco central abre la veda y nos invita a pensar que es mejor endeudarse que ahorrar, especular que invertir y malgastar que consumir. ¡Así nos va señores/as!

Como resumen puedo afirmar que el BCE tomó las siguientes medidas: Comprar activos de deuda pública a ritmo de 20.000 millones de euros al mes de manera indefinida, incrementar la penalización en la facilidad de depósito al -0,50%, dejar los tipos de interés al 0% y ligar su evolución al cumplimiento en el objetivo de inflación al 2% y arranque de un nuevo programa TLTRO. Pero, ¿qué es lo que tanto gustó al mercado?

Contrariamente a lo que me indica la primera lectura, la connotación positiva no parte tanto por el programa de compra de activos, sino en aquella letra pequeña que incluye el comunicado. La penalización sobre la facilidad de depósito al -0,50% se aplica por niveles, lo que implica de facto la reducción de las penalizaciones por las reservas en los depósitos que la banca privada mantiene en el BCE. Esta cláusula me indica que el BCE no cobrará la penalización sobre las reservas legalmente exigibles a la banca, multiplicado por 6. Dicha exención provoca que la Banca pasará de tener un coste en penalizaciones de 9.000MM€ a un coste cercano a 5.000MM€, lo que implica de manera indirecta que el sector bancario en Europa gana de facto 4.000MM€ en el beneficio neto anual.

Esto me lleva a preguntarme: ¿Nos están tomando el pelo? Es decir, ¿qué sentido tiene incrementar la penalización al -0,50% si la realidad es que las penalizaciones se reducen en un 40%? Bien, la respuesta a esta pregunta está en los TLTRO. Los TLTRO son un programa de financiación específico a la banca comercial para fomentar el préstamo. Si se cumple una serie de requisitos el BCE presta el 30% del préstamo concedido por el banco comercial, en unas condiciones especialmente ventajosas. Concretamente, el tipo de interés que el BCE cobra a la banca comercial mediante el programa de TLTRO es del tipo básico de refinanciación al 0%, o de la facilidad de depósito al -0,50%. Dicho de otro modo, el BCE subvenciona la actividad prestamista a la banca comercial, pagando hasta un -0,50% del importe solicitado por parte de la banca comercial al BCE.

La banca privada compra deuda pública y privada de grandes empresas y la revende al BCE a cambio de reservas

Con todo ello, el circuito aunque algo complejo es entendible y perverso. La banca privada compra deuda pública y privada de grandes empresas en los mercados financieros, la revende al BCE a cambio de reservas. Estas reservas se pueden utilizar para seguir comprando deuda o circular en el interbancario. Si se compra deuda pública en los mercados, no hay penalización. Si se mantiene como depósito en el BCE hay penalización. Los TLTRO son una subvención a la concesión de préstamos. La banca comercial no puede prestar las reservas depositadas en el BCE, pero sí puede hacerlo en lo que se supone que es su actividad principal. Dicho de otro modo, nuestra querida banca puede mantener en el BCE 6 veces su nivel de reservas exigible por la norma sin penalización. Pero debe reutilizar su saldo deudor comprando deuda, que en los niveles actuales tiene evidentemente rentabilidad negativa. El nivel de reservas que excede del programa de compra de activos, está penalizado para la banca privada, por lo que se obliga a prestar para no pagar, con una subvención añadida del 0,50% sobre el 30% de los préstamos concedidos a la actividad de financiación.

Yo entiendo este circuito como algo realmente perverso, puesto que lo que está provocando es la destrucción de los principios básicos del capitalismo. El coste de capital manipulado hasta la extenuación, fomenta la financiación de proyectos de inversión no viables y de inversión en mercados especulativos en busca de simple rentabilidad. La rentabilidad libre de riesgo como la deuda pública o de empresas privadas de una elevada calidad crediticia, pasa a ser negativa, lo que degenera en que cualquier rentabilidad es viable con este coste del capital. ¡El sistema capitalista se está apalancando sobre proyectos de inversión inviables y sobre los mercados especulativos! algo extremadamente peligroso e irresponsable, se mire por donde se mire.

Los bancos centrales serán los causantes de un gran atraco al estado de bienestar

Muchos criticarán el libre mercado por su desconocimiento y les harán creer que los bancos privados y los mercados son “el mal que ha hundido la economía”. ¡Pero que no les engañen! El libre mercado es precisamente el que fomenta ahorrar y esforzarse. El libre mercado es aquél que obliga a cerrar los proyectos de inversión no rentables, fomentando así la innovación, la cual se transforma en productos de servicio y de consumo que crean prosperidad para los diferentes agentes económicos. Manipular el coste del capital y redirigir la inversión hacia proyectos de inversión no viables y hacia mercados especulativos crea burbujas y es intervencionismo en su máxima expresión. No se engañen, los bancos centrales serán los causantes de un gran atraco al estado del bienestar. Como decía Rothbard; es fácil ser compasivo si otros se ven obligados a pagar el costo, y el costo de la ignorancia es el mayor de todos los costos vitales, créanme. Ante todo ello, olvídense de ahorrar, de esforzarse y de vivir una vida adecuada a su nivel de ingresos. Eso ya no se lleva, ¿verdad señores dirigentes? Pues ¡que viva el derroche! Eso sí, hasta que dure…

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