El BCE congela los tipos de interés y esperará para comprobar los efectos de la guerra arancelaria
El BCE mantiene tipos en el 2% y opta por la cautela ante la amenaza arancelaria de EEUU


El Banco Central Europeo (BCE) ha decidido mantener sin cambios los tipos de interés en su reunión de julio, confirmando las previsiones del mercado. El organismo que presiden Christine Lagarde mantiene el tipo de referencia en el 2%, y esperará a que Europa y EEUU cierren un acuerdo, del tipo que sea, sobre la guerra aranclearia. Al BCE le preocupa que no se llegue a un acuerdo, aunque el optimismo de los últimos días hace pensar que habrá un arancel del 15%. En todo caso, como tantas veces ha repetido Lagarde, habrá que «estar pendiente de los datos» antes de decantarse «por una nueva bajada en los tipos de interés».
Como decimos, la amenaza de un arancel del 30% anunciado por la administración Trump sobre productos europeos ha sido uno de los factores clave que han llevado al BCE a adoptar un tono prudente y dependiente de los datos. Ahora, el mercado se enfoca ya en la reunión de septiembre.
Nuevo recorte de tipos en septiembre
A pesar del parón de julio, el mercado mantiene la vista puesta en la reunión de septiembre como el momento para una nueva bajada de tipos. Hay que recalcar, además, que es la línea que ya se esperaba para la reunión de hoy: ningún movimiento en julio y bajada de 25 puntos básicos en septiembre.
Lagarde apunta ahora a un crecimiento moderado como elemento de preocupación, y confía en que la inflación siga cayendo hasta final de año, en línea con sus previsiones. Eso alimenta el escenario de una bajada de tipos en septiembre, y por eso el mercado está respondiendo positivamente a la decisión de hoy.
El BCE alerta del impacto de la guerra comercial sobre la inflación y el crecimiento, y confía en que la creciente tensión comercial entre Estados Unidos y Europa se relaje en las próximas semanas. Desde el propio BCE han deslizado ya en más de una ocasión que el arancel del 30% planteado por Washington podría tener un «efecto significativo a la baja sobre el crecimiento y la inflación en la eurozona».
El informe sobre la decisión de tipos del Banco Central Europeo explica que las «perspectivas para el comercio siguen siendo inciertas», en un escenario de escalada arancelaria que, según apunta el consenso del mercado, forzaría a la bajada de tipos de interés en septiembre.
Por ahora, el mensaje del BCE ha sido claro: prudencia, flexibilidad y dependencia de los datos. En un entorno global convulso, cualquier paso en falso puede tener consecuencias, y Frankfurt ha optado por esperar. La próxima cita clave será en septiembre.