El Banco de España eleva al 2,8% su previsión de crecimiento económico para 2017
El Banco de España ha revisado al alza la estimación de crecimiento económico para 2017 y la ha situado en el 2,8%, lo que supone tres décimas más de la previsión incluida por el Gobierno en el proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado (PGE) aprobado el pasado viernes en Consejo de Ministros.
El organismo que dirige Luis María Linde toma esta decisión tras comprobar que el arranque del año ha sido mejor de lo esperado. De esta forma el Banco de España confirma lo que ya avanzaban los datos internos de los ministerios de Empleo y Economía, que el Producto Interior Bruto (PIB) volverá a crecer a niveles cercanos al 3% debido a la fortaleza del sector exterior y al impulso del mercado laboral, que en el arranque de este año ya supera las cifras récord de creación de empleo contabilizadas en el mismo periodo de 2016.
Este repunte del 2,8% previsto por el Banco de España supone también una revisión al alza de tres décimas respecto a la anterior estimación del organismo. En cuanto al año que viene, la institución supervisora considera que se producirá una notable desaceleración, con un incremento del PIB del 2,3% en 2018, que será del 2,1% en 2019.
Las nuevas estimaciones, plasmadas en el informe trimestral que publica el organismo, se fundamentan en una ”prolongación de la fase de crecimiento de la economía española” impulsada por “las ganancias de competitividad acumuladas desde el inicio de la crisis”, así como por “las condiciones financieras favorables” por el mantenimiento de la barra libre financiera del Banco Central Europeo (BCE).
La desaceleración de los próximos años se producirá, según el Banco de España, porque se irán reduciendo los denominados vientos de cola que han ayudado a la economía nacional ha salir de la recesión y que son principalmente dos: el abaratamiento del petróleo y la política monetaria ultraexpansiva del BCE.
En cuanto a los riesgos que podrían lastrar a la economía española, la institución teme un endurecimiento adicional de las condiciones financieras globales, un aumento del proteccionismo comercial en EEUU, los efectos del Brexit y el auge del populismo en Europa que puede acabar pasando factura a los partidos tradicionales en las urnas.
Ajustes para cumplir el objetivo de déficit
En clave interna, el Banco de España indica que existen «incertidumbres» sobre el proceso de consolidación fiscal y apunta a que el déficit público cerrará el año en el 3,3% del PIB, dos décimas por encima del objetivo pactado con Bruselas, lo que obligará al Gobierno a aprobar nuevos ajustes.
Además, el organismo manifiesta su preocupación porque la ausencia de mayoría parlamentaria por parte del Gobierno dificultará la aprobación de las necesarias reformas estructurales y, además, podría provocar la reversión de otras que están ya en marcha, como la del mercado laboral.