La banca española reduce la ratio de activos ‘tóxicos’ hasta niveles cercanos a la media europea

La banca española reduce la ratio de activos ‘tóxicos’ hasta niveles cercanos a la media europea
Ladrillo (Foto: ISTOCK).

Los esfuerzos del sector bancario español por reducir su exposición a activos improductivos (NPLs, por sus siglas en inglés) y mejorar la calidad de su balance quedan reflejados en la reducción de hasta 1,6 puntos porcentuales de la ratio de ‘tóxicos’ frente a la totalidad de los activos en el primer trimestre de 2018 frente al mismo periodo de un año antes, con lo que está a 0,48 puntos de colocarse a la par de la media europea.

Según se desprende de los datos recogidos por la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés) correspondientes al primer trimestre de 2018, la banca española redujo su ratio hasta el 3,85% durante los tres primeros meses del año, frente al 5,5% que registraba durante el mismo periodo de un año antes y del 4,53% del trimestre inmediatamente precedente.

Los 156 bancos del área analizados por la EBA, que cubren el 80% del sector por activos, contaban a cierre del pasado mes de marzo con una ratio media de NPLs del 3,42%. Durante el mismo periodo, las entidades financieras ubicadas en el G7 situaron su ratio de activos improductivos en el 2,82%.

Durante estos últimos meses, varios bancos españoles han utilizado esta vía, además de para mejorar la salud de su balance, para incrementar su liquidez.

Banco Santander, en el marco de la compra del Popular por el simbólico precio de un euro, se deshizo en agosto de 2017 del 51% de la cartera de inmuebles adjudicados, créditos dudosos procedentes del sector inmobiliario y otros activos relacionados con esta actividad del banco liquidado al traspasársela al fondo Blackstone por unos 5.100 millones de euros.

De su lado, BBVA acordó en noviembre de 2017 la venta a Cerberus del 80% de su negocio inmobiliario por un precio de aproximadamente 4.000 millones de euros. Recientemente, la entidad también completó la venta de una cartera de crédito promotor, denominada ‘Sintra’, de 1.000 millones de euros al fondo de pensiones canadiense CPPI.

Caixabank alcanzó también un acuerdo con Cerberus Capital Management para vender la cartera de créditos impagados denominada ‘Proyecto Ágora’ por valor de entre 650 y 700 millones de euros. Además, el banco catalán cerró a finales del pasado mes de julio la mayor venta inmobiliaria de su historia al fondo Lone Star por 12.800 millones.

Sabadell ha sido la última entidad en protagonizar una gran operación de este tipo. El banco presidido por Josep Oliu puso fin a la venta de cuatro carteras de activos adjudicados por un valor bruto contable de unos 12.200 millones de euros, que, tras un largo proceso, finalmente fueron adjudicadas a Axactor, Cerberus y Deutsche Bank junto a Carval.

El portavoz de la Asociación Española de Banca (AEB), José Luis Martínez Campuzano, que ha valorado estos datos, ha precisado que los bancos españoles han doblado durante la crisis su base de capital, cumpliendo «ampliamente» los objetivos fijados por las autoridades.

La ratio CET1 ‘fully load’ de los bancos españoles se colocó en el 11,23% al cierre del primer trimestre de este año, frente al 10,9% en el que se situaba en el mismo periodo de un año antes. La media europea sitúa esta medida en el 14,2%.

Además, la ratio Tier 1, que mide la solvencia de una entidad, se situó en el caso de los bancos españoles en el 13,01% al finalizar los tres primeros meses del ejercicio, 61 puntos básicos por encima del nivel de un año antes. La media europea fue del 15,98%.

Al mismo tiempo, el portavoz de la AEB ha asegurado que el sector financiero del país es uno de los «más rentables» del ‘Viejo Continente’, aunque aún por debajo del coste de capital. Según ha dicho, la rentabilidad y la solidez de los bancos españoles son fundamentales para reforzar su «elevada» eficiencia, tanto en términos de procesos internos como en proporcionar el mejor servicio y financiación a empresas y familias.

En opinión de Campuzano, los retos del futuro para la banca continúan siendo mejorar la rentabilidad en un entorno de tipos de interés oficiales nulos, enfrentarse de forma exitosa a la transformación digital que piden los clientes y reforzarse frente a la competencia, bancaria y de los nuevos operadores financieros no bancos, en un entorno regulatorio «difícil» y hasta cierto punto «incierto».

«Nuestros bancos han demostrado en el pasado su capacidad de adaptación a los escenarios difíciles, siempre sacando lo mejor de ellos para beneficiar al cliente. Así seguirá siendo en el futuro», ha subrayado Campuzano.

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