Basura Contaminación marina

La actividad humana en tierra firme es la responsable del 80% de la contaminación marina

El Proyecto Libera alerta sobre el viaje silencioso de la basuraleza hasta el mar

Las colillas y los plásticos son los principales residuos que se encuentran en playas y mares españolas

Sólo un 29% de la población española es consciente de la existencia de sanciones por abandonar basura en la naturaleza

contaminación marina
Antonio Quilis
  • Antonio Quilis
  • Periodista especializado en información medioambiental desde hace más de 20 años y ahora director de OKGREEN en OKDIARIO. Anteriormente director de El Mundo Ecológico. Colaborador en temas de medioambiente, ecología y sostenibilidad en Cadena Ser.

Los humanos y su actividad en tierra firme son el principal problema de la contaminación marina, tanto que el 80% de los residuos encontrados provienen de lo que desechamos.

El Proyecto Libera, de SEO/BirdLife en alianza con Ecoembes, ha puesto el foco en este viaje invisible de la basuraleza que, cada año, transforma los paisajes naturales y llega hasta las playas y mares.

Según el análisis de los residuos recogidos en los meses estivales entre 2020 y 2024 a través de eLitter y MARNOBA, el 80% de la basuraleza marina, de la contaminación, procede de tierra firme. Este dato destaca la importancia de actuar en el origen del problema y evitar que los residuos inicien un recorrido que termina contaminando el ecosistema marino.

Estas dos herramientas de ciencia ciudadana desarrolladas por Paisaje Limpio y Vertidos Cero con la colaboración de Libera están activas para la caracterización y análisis de residuos abandonados en entornos naturales.

Colillas y plásticos: los grandes protagonistas

El ranking de los residuos más frecuentes, elaborado a partir de los datos de eLitter (interior) y MARNOBA (playa), confirma la tendencia: colillas (94.214), fragmentos de plástico y envases (48.526) ocupan los primeros puestos tanto en espacios naturales del interior como en el litoral español.

El mar es el último destino de una gran variedad de residuos generados por la actividad humana. Generalmente, el viaje comienza con el abandono de residuos en espacios naturales o zonas urbanas.

Playa con basura
El Proyecto Libera también actúa en entornos marinos como las playas

Vientos y lluvias, factores decisivos

A partir de ahí, intervienen factores como el viento, que pueden arrastrar estos residuos ligeros, como plásticos y envases, hacia lugares más alejados, donde, en ocasiones, terminan en el alcantarillado urbano.

Durante las lluvias, el agua arrastra los residuos por ramblas y/barrancos, llevándolos finalmente a ríos y cauces naturales que desembocan en el mar. A lo largo de este recorrido, los residuos se van fragmentando por la exposición al sol, la fricción, los golpes contra piedras u otros elementos del entorno, lo que favorece la aparición de microplásticos.

Este proceso explica por qué en zonas interiores predominan los plásticos de mayor tamaño, mientras que en el entorno marino son más abundantes los fragmentos pequeños y residuos procedentes de actividades marítimas o agrícolas.

Sanciones, la solución más apoyada

Según el último estudio sociológico elaborado por Proyecto Libera en 2024, sólo el 29% de la población conoce la existencia de sanciones por abandonar residuos en la naturaleza.

Esto supone una cifra especialmente baja entre los jóvenes, concretamente representa un 5,6% en el grupo de edad de 16 a 24 años. Entre quienes tienen conocimiento sobre la existencia de estas sanciones, las multas son, con diferencia, las más conocidas, con un 72% de menciones.

Aun así, el apoyo a las sanciones es mayoritario en España. El estudio refleja que el 77% de los españoles reclama multas económicas como medida fundamental para reducir la basuraleza, seguidas de limpiezas en la naturaleza y acciones comunitarias.

Libera residuos
Las colillas son los residuos más habituales encontrados

Sanciones de hasta 600.000 euros

Por ello, se creó la Ley 7/2022, de residuos y suelos contaminados para una economía circular, que contempla sanciones relevantes por abandonar residuos en espacios naturales, especialmente en zonas protegidas o cuando se pone en riesgo el medio ambiente.

Las sanciones varían según la gravedad de la infracción: las leves pueden conllevar multas de hasta 2.000 euros; las graves, de hasta 100.000 euros en el caso de residuos no peligrosos, y hasta 600.000 euros cuando se trata de residuos peligrosos; mientras que las muy graves pueden alcanzar los 3.500.000 euros.

Esta normativa actúa como elemento disuasorio y refuerza el compromiso hacia una sociedad más consciente y responsable con la conservación de nuestros entornos naturales.

Colaboración ciudadana

«Cada pequeña acción cuenta para poner fin a la basuraleza. La colaboración ciudadana, la prevención y la aplicación efectiva de sanciones son claves para proteger nuestros entornos naturales», ha declarado Sara Güemes, coordinadora del Proyecto Libera en Ecoembes.

«En este viaje de la basuraleza, en el que todos somos responsables, reforzar la información sobre estas sanciones es fundamental para cortar el recorrido de los residuos antes de que lleguen al mar. Sólo así conseguiremos que la basura no inicie un viaje sin retorno hacia nuestros mares y playas», añade Güemes.

«El abandono de residuos en la naturaleza no es un gesto inocuo. Más allá del impacto estético, supone una amenaza directa para la biodiversidad, contamina suelos y aguas y afecta a nuestra salud. Por eso es fundamental que las administraciones actúen con firmeza y que las sanciones se apliquen de forma real y efectiva», afirma Miguel Muñoz, coordinador del Proyecto Libera en SEO/BirdLife.