Crisis económica

La banca dispara el crédito a empresas por la inflación pero sólo para nóminas y gastos a corto plazo

Banca, Ibex, impuesto a la banca
Sedes de los principales bancos españoles.
Eduardo Segovia
  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

El crédito a empresas de los bancos españoles está creciendo a un ritmo muy alto. Pero, lejos de indicar fortaleza de la economía, lanza un mensaje muy negativo: este crecimiento se debe a la inflación, que obliga a las compañías a pedir importes más elevados para hacer frente a sus pagos. Es más, el grueso de este crédito se destina a gastos a corto plazo (capital circulante) y apenas hay demanda de inversión a medio y largo plazo por temor a la crisis que se avecina.

Así lo aseguran varias fuentes del sector. Una de ellas explica que «la inflación está incrementando lo que tienen que pagar las empresas a sus proveedores o intermediarios, lo que les obliga a elevar la financiación que necesitan para hacerles frente. Es decir, tienen que pedir más dinero prestado para pagar los mismos suministros o servicios por culpa de la subida de los precios».

Morgan Stanley, que ha realizado una reciente visita a España para entrevistarse con las principales entidades, el Banco de España y el Tesoro, refrenda esta tesis: «El escenario base de todo el mundo es que España podrá evitar la recesión, lo que, junto a una inflación de doble dígito a corto plazo, debería permitir el crecimiento del crédito en términos nominales» (es decir, sumando la inflación).

«En el crédito corporativo, esto es particularmente apreciable en la financiación del capital circulante, y los bancos también esperan un mayor crecimiento debido a un acceso más restrictivo a los mercados de capitales por parte de las empresas», añade este banco de inversión.

¿Seguro que no habrá recesión?

Ahora bien, hay una cierta contradicción en estas previsiones. Si las empresas no se están endeudando para invertir y el mercado de capitales está más restringido, eso significa que los agentes económicos esperan una crisis que reduzca sus ingresos y dificulte el pago de sus deudas. Y eso no cuadra bien con que el escenario base de la banca sea que España va a evitar la recesión.

De hecho, la mayoría de los servicios de estudios pronostican al menos una recesión «técnica» entre finales de 2022 y principios de 2023. Y el propio BCE ha pedido a las entidades financieras que revisen sus estimaciones de capital para hacer frente al citado riesgo de recesión.

Morgan Stanley cree que es posible un crecimiento del margen de intereses del 30% este año en el sector gracias a este aumento del crédito (aunque esté motivado por la inflación) y, sobre todo, a las subidas de tipos del BCE. Esto permitirá repreciar (cobrar intereses más altos) a los créditos que las entidades tienen en cartera.

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