El aviso de un abogado experto en herencias: «Podrías haber protegido…»


El testamento es uno de esos documentos que la mayoría posponen, pensando que aún es pronto. Sin embargo, el abogado especialista en herencias Abel Marín aclara que el testamento no es un trámite único ni definitivo, sino que se debe adaptar a las circunstancias tanto personales como familiares y patrimoniales: «en la vida hay que hacer tantos testamentos como la vida nos vaya cambiando».
Asimismo, advierte de que un testamento mal hecho puede ser incluso peor que no haberlo hecho. Cada cambio importante en la vida (bodas, nacimientos, adquisición de propiedades o cambios laborales) es una oportunidad para revisar y actualizar el testamento para proteger los intereses de quienes dependen de nosotros y evitar conflictos futuros entre herederos.
¿A qué edad hay que hacer testamento?
Uno de los aspectos que más dudas generan es la edad a la que se debería considerar redactar un testamento. La respuesta de Abel Marín es contundente: «si a los 30 que no tienes un duro no haces testamento no pasa nada. Si a los 35 ya tienes un coche, una hipoteca y una criatura, ya te interesa proteger a esa criatura que ha nacido».
Marín enfatiza la importancia de prever el futuro de los hijos: «Dos personas casadas, tiene un hijo, no hay testamento, fallece uno. El heredero el niño, de todo. Si ese hijo al cumplir los 18 años dice yo quiero lo mío, lo suyo era todo lo de su padre».
Incluso cuando no hay hijos, la planificación es muy importante: «Casado y sin hijos, es importante, porque si no tus herederos son tus padres», explica. En estas circunstancias, un testamento permite decidir quién recibe qué bienes.
La importancia de los legados
Otro aspecto que subraya Abel Marín es la necesidad de incluir legados concretos en el testamento. Esto significa atribuir propiedades o bienes específicos a determinados herederos: «unos padres que tienen dos hijos y dos propiedades. Resulta fácil, pero si uno de los pisos está, por ejemplo, en Salamanca y el otro en Valladolid y los dos hijos quieren el de Valladolid, ahí hay un problema».
El principal objetivo es evitar conflictos: «hay hermanos que se tienen envidia desde pequeños, conflictos con tu padre o tu madre, malos hábitos como adicciones o alcoholismo que al momento de tener que abrir la herencia y repartirla, sale». Y añade: «mientras los padres viven, a lo mejor hay una calma chicha y una tranquilidad, pero cuando desaparece la figura materna o paterna, brota».
Dónde y cómo hacer testamento
El testamento se debe realizar ante un notario, quien da fe de su validez legal. Sin embargo, Marín aclara que «los notarios pueden asesorar y explicar pero no van a tener el contexto total de la vida del cliente. Su situación, la de su familia, su trabajo o su patrimonio».
Para una planificación adecuada, es recomendable acudir a un abogado especializado en herencias: «hacer testamento no es cosa de cinco minutos, a veces son horas, otros incluso años. Depende mucho de la situación concreta de la persona que va a testar».
Abel Marín insiste en que el testamento no es estático: «Cada vez que haya un cambio significativo en nuestro patrimonio o en nuestras familias, es conveniente repensar el testamento. Ir a un abogado que te escuche».
Tipos de testamentos
No todos los testamentos son iguales, ya que existen distintas modalidades, cada una con características específicas:
- El testamento público es el más habitual, el cual se realiza ante un notario, quien da fe de su autenticidad y garantiza que el documento cumpla con todos los requisitos legales. De esta manera, se reduce el riesgo de conflictos entre herederos y se protege a los beneficiarios, especialmente cuando existen hijos o cónyuge que deben recibir la legítima.
- Por otro lado, existe el testamento cerrado. En este caso, el testador redacta el documento y lo entrega en un sobre cerrado ante el notario, quien certifica que el testamento fue presentado por la persona correcta, sin conocer su contenido. Esta modalidad es especialmente útil cuando se desea mantener en secreto la distribución de los bienes.
- Finalmente, el testamento ológrafo es aquel que se escribe totalmente a mano por el testador, sin intervención notarial. Para ser válido, debe incluir la fecha, la firma y la distribución de bienes y herederos de forma clara. Aunque puede servir como testamento provisional o en situaciones patrimoniales sencillas, se recomienda registrarlo en el Registro de Últimas Voluntades para garantizar su validez y seguridad.
Hacer testamento es un acto de responsabilidad, que protege a la familia y organiza la transmisión de bienes de manera clara y justa. Según Abel Marín, no existe una edad fija para hacerlo; lo importante es evaluar cambios significativos en la vida personal y patrimonial. No es un simple trámite legal, sino una herramienta para proteger a los seres queridos y planificar el futuro con seguridad y tranquilidad.