Sector vitivinícola

Así llega la innovación a las bodegas: el sector vitivinícola se abre a la ciencia y la tecnología

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Natalia Mateos
  • Natalia Mateos
  • Periodista y redactora de economía en OKDIARIO. Tras tres años escribiendo sobre turismo y sus empresas, ahora estoy descubriendo el mundo de la distribución y el retail. Antes en el Palacio de la Bolsa y Cadena Cope. De Zamora y del Zamora.

La primera evidencia que tenemos de la producción de vino se remonta al Neolítico. Concretamente, la prueba más antigua de su producción y consumo data del año 5.400 a.C. y se trata de una vasija que contenía un residuo rojizo que los historiadores etiquetaron como vino. Desde entonces, el cultivo de la uva, la fermentación del vino, la maduración, el embotellamiento y cada uno de los procesos que forman parte de su producción han ido evolucionando dando lugar a importantes denominaciones y familias vitivinícolas.

Poco a poco las bodegas españolas han ido adaptando tanto sus instalaciones como sus herramientas y procesos de producción a las nuevas realidades y oportunidades del siglo XXI. Así, a través del empleo de la ciencia y la tecnología, las bodegas han evolucionado y han logrado perfeccionar y aportar un mayor grado de calidad a su producto final. 

De acuerdo con el estudio ‘Importancia Económica y Social del Sector Vitivinícola en España’, elaborado por AFI (Analistas Financieros Internacionales) y presentado por la OIVE (Organización Interprofesional del Vino de España), la industria del vino genera en España 23.700 millones de euros anuales, una cifra que representa el 2,2% del Valor Añadido Bruto (VAB).  Si se tiene en cuenta la aportación directa del sector a la economía española, esta es superior a los 11.600 millones de euros anuales, con una aportación económica a las arcas públicas de más de 3.800 millones de euros al año.

Bodega Sobreño

En OKDIARIO hemos entrevistado a dos grandes bodegas ubicadas en la provincia de Zamora y dentro de la Denominación de Origen de Toro. Por un lado, las Bodegas y Viñedos Sobreño, fundada en 1998 y enfocada hacia la venta en los mercados más exigentes a partir de una variedad de uva excepcional, la Tinta de Toro. Esta bodega ha llevado a cabo un gran proceso de modernización y ha introducido distintas herramientas dentro de su proceso de producción que le han permitido mejorar la calidad de sus vinos.

La bodega dispone de 80 hectáreas, de las cuales una cuarta parte están certificadas en ecológico. Tal y como nos explica Rafael Colino, trabajador de la finca, «el mercado ecológico cada vez es más atractivo». «Lo que hacemos es utilizar abonos naturales, que en la medida de lo posible estén generados por la propia biomasa de los cultivos. Las parcelas donde se cultiva la uva no llevan agrotóxicos ni compuestos químicos, por lo que se consigue un producto más sano. Durante el proceso de siembra y recolección no empleamos maquinaria y el embotellamiento y etiquetado deben hacerse con productos naturales», añade.

Además, otra de las herramientas que han incorporado en Bodegas y Viñedos Sobreño es un novedoso sistema de regadío, exportado de Israel y Australia, que permite controlar el nivel de agua que se gasta y a la vez favorece su absorción por parte de la uva. Por otro lado, en Sobreño mantienen su compromiso con el medio ambiente y a partir del año 2003, certificaron sus vinos en ISO 9001 y el  protocolo IFS (sistemas de certificación en seguridad alimentaria y calidad).

Bodegas Cuatro Mil Cepas

La segunda bodega que hemos visitado es la de Cuatro Mil Cepas. Se trata de una bodega con un fuerte carácter orgánico y sostenible, fundada por once amigos en el año 2008. Desde el año 2015 producen vinos ecológicos y buscan mantener un equilibrio entre la calidad de su producto y el respeto al proceso y el medio ambiente.

Sin embargo, la bodega Cuatro Mil Cepas va un paso más allá en la búsqueda por innovar y adaptarse a los nuevos tiempos. Toda su infraestructura e instalaciones han sido creadas por el arquitecto zamorano Paco Somoza, y presentan una evidente armonización entre funcionalidad y diseño. Además, uno de los aspectos más destacables de la bodega es la preocupación y el espacio reservado a la energía. El techo de la bodega está recubierto por placas solares, que permiten reutilizar la energía y la iluminación y la refrigeración funcionan a través de luminarias LED, que consumen un 80% menos de energía.

Otro de los elementos que Cuatro Mil Cepas ha sabido destacar y explotar a la hora de comercializar sus vinos son las redes sociales y la presencia en internet. De este modo, a través de la web y todas las posibilidades que da el e-commerce, sus dueños han logrado ampliar la venta y exportación de sus vinos a más de 40 países.

Economía en crecimiento

De acuerdo con los datos de la OIVE, en España existen más de 4.000 empresas productoras de vino y alrededor de este mercado se crean más de 427.700 empleos de forma directa e indirecta, cifra que representa el 2,4% del empleo en España. Además, hay que tener en cuenta que el sector vitivinícola español es líder en superficie mundial de viñedo, tercer productor mundial de vino y primer exportador en volumen de producto.

Asimismo, el español es un mercado puntero y promueve iniciativas de investigación e innovación, que en la práctica se traducen en inversiones que llegan a superar los 570 millones de euros anuales para la modernización y ampliación de las instalaciones y actividades de I+D+i. En su informe, AFI destaca también el importante papel que el sector vitivinícola juega no solo en su propio proceso de modernización, sino a la hora de fomentar la innovación de zonas rurales y despobladas.

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