Alemania ‘manipula’ el lanzamiento del billete de 0 euros para lograr una mayor demanda
Alemania anunció a bombo y platillo el lanzamiento, con el permiso del Banco Central Europeo (BCE), de un billete de cero euros, que estaba disponible a un precio de 2,5 euros. El problema, según señalan distintos expertos numismáticos a este periódico, reside en la forma de anunciarlo, ya que parecía que se trataba del primer billete de euro sin valor, motivo por el cual los 5.000 ejemplares se agotaron en solo unas horas.
Todo comenzó, según explica Rubén Pulido, CEO de Pulifil, cuando desde el departamento de marketing de la oficina de turismo de la ciudad de Kiel, gestionada por Uwe Wanger, se estudia promocionar la emisión de un billete de 0 euros dedicada a la ciudad germana. Sin duda alguna el Sr. Wanger hizo una gran labor comunicativa pues dicho comunicado fue adornado con frases como: “Durante mucho tiempo fue considerado un mito: el billete de cero euros (…)”, “(…) el raro ejemplar tiene una gran demanda entre los coleccionistas y es una realidad” o revelaciones como “(…) este proyecto es oficialmente reconocido por el BCE y realizado con gran secreto por una fábrica de billetes de forma especial (…)”.
Estas frases, continúan desde Pulifil, fueron sin duda alguna las que despertaron el interés de medios generalistas de media Europa ante el gran desconocimiento que existe del sector de la notafilia (parte de la numismática que se dedica al estudio, investigación, coleccionismo y difusión de los billetes, estampillas, y papel moneda en general). Y es que, ni era un «mito», ni era «raro» ni fue realizado «de forma especial».
“Con todos estos ingredientes el éxito del comunicado estaba asegurado y, por consecuencia directa, el interés en dichos billetes, hasta el punto de agotar la tirada de 5.000 ejemplares comercializados a 2,50 euros en menos de una semana. Tan atractivo ha resultado, que una vez más los medios han viralizado la noticia como si fuese la primera ocasión en la vida que se emite un billete de 0 euros”, continúa Pulido, que cree que estos medios han sido “participes y cómplices directos de una burbuja especulativa en torno al famoso billete”.
“Se ha generado tal interés que muchos numismáticos profesionales españoles hemos sido de nuevo sorprendidos por el interés que generan los medios en coleccionistas y curiosos, sin lugar a dudas un déjà vu que nos ha llevado a vivir nuevamente el famoso bulo de las tan valoradas pesetas», subraya Pulido. En estos días se hace difícil encontrar ejemplares de este billete y muchos coleccionistas recurren a eBay donde llegan a pagar hasta mas de 10 veces su valor original de venta al público, continúa.
De este modo, podemos decir que los medios han sido nuevamente víctimas del atractivo generado en esta ocasión por un comunicado de la oficina de turismo de la ciudad conmemorada en este billete, algo que sin duda alguna da que pensar sobre la rigurosidad de algunos de nuestros medios de comunicación.
Rubén Pulido desea aclarar que “no es la primera ocasión que se emite un billete de 0 euros, es más, es algo que se está convirtiendo en una costumbre en Alemania, país donde el coleccionismo es tratado como una disciplina totalmente cultural y llega a promocionarse incluso desde estamentos públicos. En total, en estos momentos se conocen más de 50 billetes de 0 euros en el mercado del coleccionismo, emitidos como se ha resaltado con anterioridad por países como Alemania, que cuenta con más de 30 emisiones conmemorando a diferentes ciudades, o Francia, Bélgica y Austria”.
Por último y no menos importante: ¿Realmente tolera el BCE estas emisiones? La respuesta aunque parezca totalmente increíble es sí, pero obviamente con algunos matices. “Es obvio que para que pueda utilizarse la bandera europea así como la divisa ‘euro’ debemos contar con la autorización expresa del BCE sino queremos tener problemas”, explica Pulido.
Las oficinas de turismo de aquellas ciudades que quieren emitir una determinada pieza, una vez obtienen la licencia expresa por parte del BCE, trasladan directrices de impresión a una fábrica privada de billetes, y estos comienzan con el proceso de diseño y posterior impresión del mismo acorde a lo demandado por estas oficinas.
“Estas emisiones en concreto son emisiones que están siendo fabricadas todas por una conocida fábrica de billetes de Alemania, asimismo según hemos podido averiguar, estas licencias concedidas por el BCE son limitadas para un tratamiento exclusivo de estas emisiones como souvenirs, por lo que carecen de ningún valor nominal y el volumen de emisión total debe ser también controlado a través del órgano autorizador del BCE”, continúa Pulido, que explica que “en el caso del famoso billete de Kiel, se solicitó emitir un volumen total de 5.000 billetes. Una vez agotada esta tirada, desde la oficina de turismo de Kiel esperan una nueva autorización para emitir otras 5.000 unidades”. De hecho, según Pulifil existe una lista de espera conformada por ciudadanos de Kiel, lo que demuestra que el negocio está más que servido.