Adriana Domínguez: “Adolfo Domínguez presentará los mejores resultados anuales de los últimos seis años”
Adriana Domínguez, directora general de Adolfo Domínguez, muestra hacia fuera la satisfacción que se vive dentro de la compañía. Tras varios años de números rojos y sinsabores, ha llegado el turno del oxígeno a las cuentas de la firma de moda gallega. Ha cerrado el ejercicio fiscal 2017 y, aunque aún no puede dar cifras al cotizar en Bolsa, Domínguez afirma -sonriente- que “presentaremos los mejores resultados anuales de los últimos seis años”.
Las riendas están en manos de la primogénita de Adolfo Domínguez apenas ocho meses, el Consejo de Administración puso sobre ella el ‘peso’ de sacar a la compañía de un atolladero complicado y remontar el vuelo como ‘ave fénix’. Adriana nos recibió en la ‘concept store’ de la calle Serrano de Madrid, espacio por cierto que se reestrenará de nuevo en el mes de septiembre. Pero si es un espacio precioso, le decimos. «Ya, pero lo vamos a cambiar todo porque en el sector de la moda no se te perdona que no innoves».
Insistimos, no crean que no, pero se resiste a dar cifras de 2017, aunque tras ver los números de los tres trimestres anteriores ya se vislumbra que será un buen año. El nuevo equipo con Adriana Domínguez lleva al frente de la compañía algo más de medio año, sin embargo, afirma “la hemos dado la vuelta por completo”.
“Lo que puedo decir es que llevamos seis trimestres consecutivos de aumento en ventas y esta tendencia se mantiene. Hemos conseguido ya una media anual, tanto del año pasado -2016- como de los tres trimestres anteriores que ya hemos comunicado a la CNMV, de un +9% y eso también se mantiene.”, explica Domínguez a OKDIARIO.
Eso sí, señala que durante este 2017 “no estamos haciendo más ventas, más aperturas. El ejercicio de Adolfo Domínguez es buscar más rentabilidad, es decir, aumentar la rentabilidad en las tiendas y eso lo estamos consiguiendo”.
Con todas estas cifras sobre la mesa, la directiva de la compañía gallega afirma de manera rotunda que “en la Junta General de Accionistas -que suele ser en el mes de julio- presentaremos los mejores resultados de los últimos seis años”.
Los números son tozudos. En los nueve primeros meses del año, Adolfo Domínguez ha reducido sus pérdidas un 40,8% hasta los 7 millones de euros. Y las ventas, por su parte, se han elevado hasta los casi 78 millones de euros, un 6,6% más que un año antes. Asimismo, el resultado bruto de explotación (Ebitda) mejoró un 52,3%, al pasar de -8,8 millones de euros alcanzados entre marzo y noviembre de 2016 a -4,2 millones de euros en el mismo periodo de 2017.
Adolfo Domínguez llegó a perder en solo un ejercicio y medio 32 millones de euros. La compañía estaba pasando por un momento complicado, pero no había sido el único de la historia de la firma como un incendió en 1991 que arrasó con todas las naves y tuvieron que comenzar de cero, así como una OPA hostil por parte de Cortefiel.
«Se contrató a un equipo que no era de la casa y no funcionó»
Adriana Domínguez señala que han “pasado por muchas cosas” y reconoce que “es cierto que en los últimos tiempos estábamos muy expuestos en España, teníamos más de 450 tiendas y todo funciona muy bien en la esa España previa a 2007, previa a la crisis, pero cuando el entorno económico cambió tan de repente nos encontramos en un momento en el que teníamos que reestructura todo”.
Ahí radica uno de los puntos de inflexión de la compañía de moda. Domínguez rememora que los cambios “no se estaban haciendo lo suficientemente rápido”, por ello es en 2012 cuando “se contrata a un equipo que no era de la casa -refiriéndose a la llegada de Estanislao Carpio- y tuvieron un periodo de gestión de unos 4 años”.
La directora general confiesa que, “por supuesto, me hubiera encantado que funcionara, pero no fue así, los números no acompañaron y se dieron las pérdidas acumuladas más grandes de la historia de esta empresa”.
Con los números en la mano, comenta, “el Consejo de Administración tomó la determinación a finales de julio de 2016 de cambiar todo el equipo directivo y hacer una apuesta diferente, en este caso por los directivos de la casa, de los cuales yo era uno de ellos”. Una apuesta, saca pecho, que “está funcionando, aunque aún no estamos donde queremos estar, pero la tendencia es clara desde que tenemos el control”.
«Lo que hace una decisión adecuada o inadecuada son los números, hay que vender»
Explica, además sin ningún tipo de titubeo, que «llevábamos desde 2012 con resultado negativo y eso es insostenible, sobre todo cuando haces la contratación de un equipo que se supone que tienen que darle la vuelta”.
Domínguez cree que la clave “no es la producción, es la venta. Hay que vender y teníamos un colapso en las ventas por unas decisiones estratégicas que se habían tomados inadecuadas”. Y concluye: “Porque lo que hace una decisión adecuada o inadecuada son los números, al final hay que vender”.
En definitiva, como ya ha dicho en alguna ocasión, la solución pasa por vender y vender. Eso sumado a que la compañía cotiza en la Bolsa de Madrid desde hace dos décadas y “una empresa para tener valor añadido tiene que crecer, este es el mandato que el equipo actual y yo tenemos”, reitera.
“Si la empresa va bien, nos va bien a todos”, explica la directiva. Por eso, están trabajando “en conseguir resultados positivos y eso pasa por muchas cosas, no sólo por la venta, sino también reestructurar la forma en la que hacemos las cosas, así como dejar de sostener partes del negocio que dan un Ebitda negativo y que tiene que sostener luego todo el grupo”.
La figura del ‘súperdirector’ de Operaciones
Para tirar del carro, además, se ha empoderado la figura de Antonio Puente, director de Operaciones de la compañía. Domínguez explica que se trata de “una figura importante”. Comenta que, en la época de su padre, de Adolfo Domínguez como presiente “él nunca hizo la gestión y sí que tenía un numero dos. Él era la parte creativa y había otra parte de gestión operativa y financiera que siempre ha existido”.
Pero lo que ha hecho Domínguez ha sido, además de formar su propio equipo, es visibilizar y empoderar esa parte de gestión que antes no se veía. Explica que “una persona no puede con todo, hay un equipo detrás y creo que siempre es bueno un liderazgo, pero que se vea la maquinaria”.
Y señala que en Adolfo Domínguez son “un equipo de muchos, pero esencialmente estamos tirando mucho del carro él y yo”.