La actividad de las fábricas españolas cae en diciembre y encadena nueve meses de retrocesos
La caída de la actividad de las fábricas en diciembre se manifestó a través de una nueva reducción significativa de los nuevos pedidos
La actividad de las fábricas españolas volvió a retroceder en diciembre por noveno mes consecutivo, según refleja el índice PMI manufacturero que elaboran S&P Global y Hamburg Commercial Bank. El indicativo decayó hasta los 46,2 puntos, frente a los 46,3 puntos de noviembre. El índice permite conocer si un sector se encuentra en expansión o en contracción dependiendo si se sitúa por debajo o por encima de los 50 puntos, respectivamente. Por tanto, la actividad fabril de España lleva nueve meses en retroceso.
La caída de la actividad de las fábricas en diciembre se manifestó a través de una nueva reducción significativa de los nuevos pedidos, debido a la debilidad de la demanda tanto a nivel nacional como procedente del extranjero. Este escenario condujo a una nueva disminución en la producción manufacturera.
La actividad de las fábricas en diciembre
El informe elaborado por las organizaciones que elaboran el índice explica los motivos de este deterioro: «El sector manufacturero español atravesó un difícil final de año, ya que las condiciones operativas se deterioraron por noveno mes consecutivo. Tanto la producción como los nuevos pedidos cayeron fuertemente en medio de informes de una demanda moderada del mercado. En consecuencia, las empresas se mostraron cautelosas en lo que respecta a las actividades de compra, prefiriendo, en la medida de lo posible, reducir cualquier exceso de existencias en sus plantas».
Como respuesta a la disminución en la producción y en las carteras de nuevos pedidos, los fabricantes españoles llevaron a cabo reducciones significativas en sus actividades de compra. Los afectados optaron por utilizar los stocks existentes, resultando en una disminución de los inventarios de materias primas y productos semielaborados durante el noveno mes consecutivo, con el ritmo más pronunciado desde marzo de 2013.
La falta de demanda de insumos contribuyó a una nueva disminución de los precios pagados en diciembre. Como respuesta a la fuerte competencia en el mercado, las empresas trasladaron esta reducción de costes a los clientes, reflejándose en una disminución de los precios cobrados.
Según los investigadores, «también se redujeron los niveles de personal y la confianza en las perspectivas siguió siendo débil. Las presiones deflacionistas volvieron a ser evidentes, ya que tanto los precios pagados como los precios cobrados disminuyeron a una tasa más rápida».
Sin embargo, mirando hacia el futuro, los fabricantes expresan confianza en que la producción superará los niveles actuales y anticipan una mejora en la demanda del mercado en los próximos doce meses.
«Mientras mucha gente estaba esperando la lotería de ‘El Gordo’ en diciembre, los fabricantes seguían sumidos en el estancamiento», afirmó Cyrus de la Rubia, economista jefe de Hamburg Commercial Bank.
A pesar de esta nueva contracción en diciembre, el experto destacó que tanto la bajada de la producción como la de los pedidos de exportación han frenado su caída, «ofreciendo rayos de esperanza».
«A pesar de las señales en general negativas para los fabricantes españoles se observa la presencia de una resiliencia, ya que ciertos indicadores sugieren que no hay indicios de capitulación. De hecho, se observa un leve aumento en el optimismo entre la mayoría de las empresas con respecto a sus niveles de producción en los próximos doce meses», señala el investigador.
«Mientras mucha gente estaba esperando la lotería de El Gordo en diciembre, los fabricantes seguían sumidos en el estancamiento. El índice PMI cayó aún más, desde un nivel ya bajo, a 46.2, impulsado por un declive más rápido de los nuevos pedidos y un ritmo acelerado de reducción de existencias», sentencia de la Rubia.