2020, ¡una odisea en los mercados!

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“El mercado puede permanecer irracional más tiempo del que usted puede permanecer solvente”. John Maynard Keynes.

Debo confesarles que entre mis gustos musicales se encuentra el ‘hard rock’, indiscutiblemente la música es una de mis pasiones, como también lo son los mercados y Blackbird, pero no precisamente en ese orden. Sin embargo, en momentos de relax y de ávida reflexión, me gusta deleitar piezas clásicas.

Probablemente en estas fechas es cuando más se tercia. El caso es que entre dulces navideños, decidí escuchar una de mis viejas listas de Spotify que arranca con la maravillosa pieza de Strauss, el Danubio Azul. ¿Qué puedo decirles que no sepan acerca de ella? No obstante, no sé a ustedes, pero a mí el Danubio Azul me transporta de manera inmediata a Kubrick y su ‘ópera prima’, ‘2001, ¡Una odisea en el espacio!’

El film de Stanley Kubrick es algo extraordinario. Irremediablemente extenso y con apenas 20 minutos de diálogo, hace que su fotografía y reflexión conviertan la pantalla en puro arte. Se encuentra a medio camino entre ser hipnótica y aburrida, o la amas con todas tus fuerzas o la odias férreamente. Siempre pensé que ‘2001, ¡Una odisea en el espacio!’ es una cinta tan preocupada por mostrar un futuro realista que se convierte en algo exento de propia realidad y a su vez, se llena de realismo a cada paso. Y bien, dicho esto les invito a reflexionar si en lugar de Kubrick citamos a Bernanke, y en lugar de ‘2001 una odisea en el espacio’, habláramos del NASDAQ100.

«Les invito a reflexionar si en lugar de Kubrick citamos a Bernanke, y en lugar de ‘2001 una odisea en el espacio’, habláramos del NASDAQ100»

Siento que Mr. Market actualmente vive extasiado y atónito ante tanta belleza. La infranqueable tendencia de los mercados cotizados americanos y de renta fija deja embobados a sus inversores, absortos, y monetizando sus ganancias a lo largo de esta complicada década; despreocupados por el futuro.

Héroes de mercado como Elon Musk, siguen desafiando el raciocinio bajo la burbuja de Tesla y aquellos otrora llamados “racionales” ahora son definidos como agoreros. La razón y el sentido común son repudiados, ya nadie quiere que la despreocupación empiece a preocuparnos, ¿verdad? A todos ellos, deberíamos regalarles para Reyes un libro de historia y explicarles el significado del ‘new age’ o ‘la Belle Époque’ de Estados Unidos, previa al estallido del crash del 29 o al colapso de la economía de Japón en la década de los 90.

«Héroes de mercado como Elon Musk, siguen desafiando el raciocinio bajo la burbuja de Tesla y aquellos otrora llamados ‘racionales’ ahora son definidos como agoreros»

En todos los casos los datos no exponían la realidad, del mismo modo que en nuestra Era, los datos se sujetan sobre realidades absolutamente ficticias; dinero artificial, al fin y al cabo. Las tensiones de liquidez de corto plazo que estamos aconteciendo en Estados Unidos me recuerdan a los problemas presentados en 2007 previo colapso del mercado de hipotecas ‘subprime’. La diferencia principal entre ayer y hoy es que en este momento el colapso no tendrá punto de arranque en la falta de garantías y el apalancamiento sobre bonos respaldados por préstamos fallidos, la razón de base sobre la incorrección del mercado radica sobre toda la deuda pública o de grandes corporaciones.

La FED ya se ha apresurado a dotar de 500 billones de dólares de liquidez a corto plazo al mercado, y solamente tiene una opción; ampliar el programa de compra de activos de manera indefinida, con el ya QE4 o aceptar que la volatilidad es un factor que deberá sí o sí corregirse en algún momento. La primera opción obviamente implicaría cohabitar con un largo proceso de inflación a largo plazo, la segunda opción es inevitable.

La concienciación por otro lado de Christine Lagarde y Europa sobre la necesidad de que los Estados sean reformistas es un soplo de aire fresco que nos permite pensar que al menos los que tenemos en casa entienden el problema. Los políticos deben atenuar la crispación social, pero lo más importante es reformar y animar la iniciativa privada. Ésta y no otra, es la auténtica clave del futuro de corto y medio plazo de nuestra economía.

«Los mercados siguen teniendo gasolina o argumentos para seguir dinamizando la dichosa codicia»

En cuanto a los mercados, ¿qué puedo decirles que no les haya dicho ya? Pues tal vez esa hipnosis provocada por la odisea de los mercados tenga algún punto final. Pero necesariamente deberemos ver algún punto y aparte que antecede el desenlace. Los mercados siguen teniendo gasolina o argumentos para seguir dinamizando la dichosa codicia.

Los precios de muchos activos son injustamente valorados, prueba de ello es el gap histórico en el comportamiento de empresas de valor y crecimiento. Desde luego hay razones objetivas muy apetecibles para asumir riesgo en la Bolsa. Argumentos que no logro adivinar sobre el mercado de deuda, extremadamente inflado y en sectores específicos de moda.

No obstante, como decía Keynes, el mercado puede permanecer más tiempo irracional que nosotros solventes, pero mientras tanto seguiré el camino de la hipnosis, viendo atónitos una vez más esta ‘ópera prima’ de Mr. Bernanke, llamada ¡una odisea en los mercados! Dicho esto, quiero agradecerles estar un año más al otro lado de mis pensamientos, respetando mi sensibilidad de opinión. Para mi es siempre un honor y una enorme responsabilidad. ¡Feliz década! hagamos que valga la pena ser protagonistas.

Gisela Turazzini

CEO, Blackbird Broker

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