Zverev vuelve loco a Davidovich y le despide de Roland Garros
Alejandro Davidovich dijo adiós a Roland Garros en cuartos de final, después de ceder ante Alexander Zverev en un encuentro en el que no compitió a partir del segundo set. El español, cansado física y mentalmente, dice adiós al torneo después de una actuación global muy meritoria
Se acabó la gran aventura de Alejandro Davidovich en Roland Garros. El tenista malagueño cayó en cuartos de final del torneo parisino frente a Alexander Zverev (6-4, 6-4, 6-1), en un día en el que llegó a su límite físico y mental frente a uno de los mejores jugadores del planeta. Zverev, sobrio en todos los planos y venido a más con el transcurso de los juegos, continúa con su inmaculada tarjeta a partir de segunda ronda y se postula como candidato al título, ya desde su puesto en semifinales.
Después de dos partidos a cinco sets y una batalla encarnizada a cuatro con Delbonis, en octavos de final, Davidovich seguía soñando ya en la antepenúltima ronda del cuadro. El salto en el ranking ya estaba asegurado, así como su plaza en los Juegos Olímpicos de Tokio, pero el tenista de origen ruso quería hacer un nuevo servicio ante todo un Top-10 como Zverev, que arribaba en cuartos con la moral por las nubes tras barrer a Nishikori.
El encuentro comenzó con retraso –estaba programado para las 16:00 horas– debido a la prolongación de los encuentros del cuadro femenino, pero Davidovich y Zverev salieron desde el principio dispuestos a dar un gran espectáculo al público. Atrevidos e inspirados al resto, las roturas se encadenaron por parte de uno y otro, sin quebrar la igualdad hasta que Zverev diera un golpe sobre la mesa en el 5-3.
Alejandro, Foki para los amigos, reaccionaría con un nuevo quiebre, pero lejos del 50% de primeros servicios era imposible competir, y el primer set se iba para Alemania, dejando muy tocado mentalmente al joven español, que cumplió el pasado día 5 de junio 22 años.
Davidovich se queda sin pilas
El cortocircuito hizo mella en Davidovich, tenista temperamental donde los haya, y le llevó a seguir acumulando errores al servicio, hasta convertirse en un juguete a merced de un Zverev desatado sobre la pista. El alemán necesita sentirse seguro de sí mismo para acumular resultados en tierra batida y en Roland Garros, a excepción de la primera ronda, cuenta con ese plus.
En el segundo y tercer set, Alejandro sólo pudo sumar dos juegos, poniendo punto y final a su participación en Roland Garros, un torneo que le espolea en el ranking y en sus posibilidades de cara al futuro, dentro de un 2021 ya de por sí positivo en su progresión. Foki ya sabe que, a partir de ahora y pese a lo sucedido con Zverev, está preparado para luchar con los mejores.