Van Garderen priva de la victoria a Landa y Nairo no puede recortar distancias a Dumoulin

El ciclista Tejay Van Garderen (BMC) se ha impuesto este jueves en la decimoctava etapa del Giro de Italia, disputada entre Moena y Ortisei/St. Ulrich sobre 137 kilómetros, al ganar el pulso mano a mano al español Mikel Landa (Sky), de nuevo segundo pero reforzando su ‘maglia azzurra’, mientras que Tom Dumoulin (Sunweb) sigue líder tras la táctica final inofensiva de Quintana y Nibali.

Van Garderen, en su estreno en la ‘Corsa Rosa’ y primera victoria en una grande, se metió de nuevo en la fuga del día y esta vez sí con buenas piernas. Las mismas que tuvo Mikel Landa para reforzar su liderato en la montaña aunque el vasco, de nuevo y como le sucedió con Nibali, perdió el mano a mano al tirar en la aproximación a meta en vez de ponerse a rueda.

El mal Giro del Centenario que está llevando a cabo el estadounidense le brinda, por otro lado, posibilidades de meterse en una fuga y luchar por etapas, como así ha sido y ha logrado este jueves. El líder del BMC, 26º en la general al inicio de esta etapa, gana su primera etapa en el Giro y su triunfo de mayor prestigio en su carrera a sus 28 años, pese a haber acabado en dos ocasiones quinto en el Tour de Francia.

Su triunfo acabó con las opciones de Mikel Landa, que de nuevo estuvo fuerte en la fuga pero trazó mal el final de etapa. Al vasco del Sky le pasó lo mismo en la decimosexta etapa en Bormio, cuando Nibali le ganó el pulso final, mano a mano. Entró antes a la última curva y el italiano le cogió el interior. Esta vez, de nuevo con Landa al frente, Tejay van Garderen le atacó y le birló el triunfo de etapa. Aunque, eso sí, Landa ha reforzado mucho su ‘maglia azzurra’.

En cuanto a los favoritos, muchos de los ‘Top 10’ como Thibaut Pinot (FDJ) o Domenico Pozzovivo (AG2R) se acercan al podio ya que los tres primeros se vigilaron tanto entre ellos, quizá demasiado, que les dejaron irse y robarles tiempo, ante la impotencia o pasividad de Nairo Quintana (Movistar) y Vincenzo Nibali (Bahrain). El más beneficiado, así, un líder Dumoulin que sabe que la ‘crono’ final en Milán juega a su favor.

Al llegar Dumoulin, Quintana y Nibali juntos y sin bonificaciones, las cosas en el podio provisional siguen con el holandés vestido con la ‘maglia rosa’, el colombiano a 31 segundos y Nibali a 1:12. Esta táctica conservadora, sobre todo del ‘Tiburón’, le dejan ahora con poco margen sobre Pinot, a 1:36 del líder y 24 segundos del italiano, mientras que Ilnur Zakarin (Katusha) y Pozzovivo se acercan también a 1:58 y 2:07 respectivamente del líder.

Empezó bien la etapa para el Movistar, metiendo de nuevo a Winner Anacona y Andrey Amador en la fuga. La estrategia estaba bien planteada, y en la subida al Passo Gardena a 53,5 kilómetros de la meta saltó por primera vez Quintana, sin respuesta del líder ni de nadie, para llegar a sus compañeros. Metiendo casi medio minuto a Dumoulin, también Nibali se sumó a la fiesta, pero la entereza del ‘maglia rosa’ y su fuerza le hicieron llegar a ambos sin desgaste a la cima.

Pese a que en el descenso hubo algunos tímidos intentos, los favoritos llegaron juntos a la base de la subida final a Ortisei. De nuevo Anacona se adelantó, Quintana se fue a formar dúo con su compañero pero fue en balde. Nibali, tímido, amagó un ataque y Dumoulin se vio con fuerzas de atacar a sus máximos rivales. Todo ‘postureo’, pues ningún ataque tuvo continuidad y sólo servían para marcar terreno.

Tan evidente fue que el resto de favoritos fueron atacando y marchándose por delante. Dumoulin puso la presión a Quintana y Nibali, que se jugaban el podio, y se limitó a seguir a ambos, vacilando incluso con algún otro ataque. De hecho, en el muro final a metros de la meta subió el primero y cruzó la meta sin inmutarse, contento a buen seguro de haber pasado otra jornada importante sin perder tiempo.

Este viernes, la decimonovena etapa saldrá de San Candido y llegará a Piancavallo tras 191 kilómetros de recorrido. La antepenúltima etapa partirá cerca de la frontera con Austria con una primera subida al Passo M. Croce Comelico (3ª) y un recorrido en descenso, con el Sella Chianzutan (2ª) de por medio, antes de otra llegada en alto en el Piancavallo (1ª), en una subida de 15,450 kilómetros con rampas del 14%.