Todos los caminos llevan a Depay

Todos los caminos del Atlético de Madrid le llevan hasta Memphis Depay, delantero holandés del FC Barcelona con el que ya ha llegado a un acuerdo para firmar hasta 2025. Ahora queda alcanzar fumata blanca con su club, que pide por él 7 millones de euros, cantidad que el Atlético no tiene. Gil Marín ha dado con una posible solución: tasar a Carrasco en 27 millones, de los que 7 serían lo que pide el Barça por el holandés y 20 lo que se adeuda al equipo azulgrana por Griezmann. La pelota está ahora en el tejado de Mateu Alemany, que necesita dinero contante y sonante y podría sorprender forzando la venta de Depay al extranjero.

El Atlético juega con la voluntad del futbolista, que está convencido de formar parte del proyecto de Simeone, pero el Barça sólo podría destinar el 40% del salario que libere Depay a nuevos refuerzos y no le salen los números porque también está negociando el fichaje del interista Brazovic. La negociación está en un momento delicado porque tanto puede caer para un lado como para el otro. Alemany es un duro negociador y Gil Marín tampoco da su brazo a torcer. En realidad todo dependerá de hasta qué punto quiera Xavi Hernández a Carrasco, que por su parte no pone pegas a dar el salto.

La postura del Atlético en cuanto al belga ha ido cambiando a lo largo de los últimos días. El categórico «no» inicial se ha ido suavizando, sobre todo al advertir ahora la posibilidad de liquidar con esta misma operación la deuda pendiente por Griezmann. El problema es que Carrasco es el único extremo que tiene Simeone en la plantilla y el club no puede permitirse bajo ningún concepto quedar fuera de la próxima Liga de Campeones. Es cierto que en la plantilla hay opciones, pero ninguna acaba de convencer al entrenador. Eso sí, uno de los grandes beneficiados sería Saúl, al que el Atlético quería dar salida, pero que ahora se quedará por lo menos hasta el 30 de junio porque es de los pocos que pueden jugar como carrilero izquierdo.

A 14 días para que se cierre el mercado de fichajes el Atlético tiene todavía muchas operaciones pendientes, tanto de entradas como de salidas, porque debe resolver cuanto antes el adiós del brasileño Felipe, pero ahora la prioridad es Depay, un jugador al que el entrenador necesita como agua de mayo tras la marcha de Joao y Cunha. En eso está Gil Marín, pero su amigo Mateu Alemany es un duro enemigo en la mesa de negociaciones y lo está comprobando personalmente.