Tebas utiliza el coche y el chófer de la Liga para ir a declarar en una causa personal por estafa
Que Javier Tebas obra a su antojo en la Liga no pilla a nadie por sorpresa. Lo que si puede escamar un poco más es que el presidente de la patronal de clubes ya hasta utilice los recursos de la organización que dirige en un asunto personal, puesto que la Liga no está siendo investigada –de momento– por el caso Fuenlabrada. El dirigente, imputado por apropiación indebida y estafa, acudió a declarar a los Juzgados de la localidad madrileña en un vehículo –una Mercedes Vito negra– que paga la Liga provisto de un conductor asalariado de la organización.
Tebas, cuyo despacho Tebas y Coiduras cobró más de 100.000 euros del Fuenlabrada en 2018 por asesorar al club, siempre ha defendido la limpieza de sus acciones. Este mero detalle de usar los recursos de la competición que preside para una causa personal y no de la Liga deja a las claras que el modus operandi de un dirigente que defiende a capa y espada su integridad, pero que obvia todos los códigos éticos y deontológicos de la organización.
En cualquier Liga democrática y seria, una imputación por apropiación indebida y estafa a uno de los 42 clubes que componen la competición debería ser como mínimo motivo de investigación o expediente. Los clubes, la mayoría bien regados por el dinero de los derechos audiovisuales de la competición, miran hacia otro lado mientras las pruebas contra Tebas se amontonan en los Juzgados. En menos de nueve meses, el dirigente aragonés ha sido investigado por la Fiscalía General del Estado y ahora llamado a declarar ante un juez y todo con el caso Fuenlabrada de por medio.
Parte importante de todo este proceso es su hijo, Javier Tebas Llanas, quien cobra puntualmente un salario de seis cifras en el Fuenlabrada como abogado y que no ha renunciado a su cargo. El primogénito también está imputado en el caso de estafa y apropiación indebida del club que preside Jonathan Praena como colaborador necesario y obvio al asesorar en la creación de una estructura societaria para controlar el club.
Enfado con periodista y escoltas
A Tebas no le hizo ni la menor gracia ver desplegados a una decena de periodista en su paseíllo a los Juzgados de Fuenlabrada. Acostumbrado a la pleitesía de la prensa con subsidios patrocinados como No es fútbol, es la Liga, Tebas tuvo que dar el motivo por el que estuvo toda la mañana respondiendo a las preguntas de un juez.
En un tono chulesco, el presidente de la competición retó a la prensa a que hiciesen ese mismo dispositivo para otras comparecencias ante un juez citando a OKDIARIO, Eduardo Inda y firmante como si de la Inquisición se tratase. Luego nada de esto salió en medios de comunicación y sí preguntas amables sobre el futuro de Mbappé o la vuelta del público a los estadios.
Lo más curioso de todo es que Tebas abandonó el lugar con una escolta policial impropia del Juzgado de Fuenlabrada. Quizá los contactos de su jefe de Seguridad y ex alto cargo policial Florentino Villabona, le hayan servido –como en su momento hicieron para la detención de Álex Bergantiños– para aparecer más custodiado que un ministro antes de montarse en una Mercedes Vito que estaba aparcada en la puerta y con el chófer con el motor encendido. Ya saben, Tebas funciona en una categoría diferente al resto y utiliza todos los recursos que su cargo le dan en su beneficio por una causa personal. No irá a prisión por esto, pero este comportamiento describe a la perfección el tipo de dirigente del que hablamos.