Suecia nos lía la Mundial
Derrota de la selección española en el Friends Arena en un partido de más a menos que el equipo de Luis Enrique empezó ganando y se dejó remontar
España se mete en un lío para ser primera de grupo y asegurar sin repesca el billete para el Mundial de Qatar 2022
Así queda el grupo de España tras la derrota contra Suecia en la fase de clasificación para el Mundial de Qatar 2022
Los agoreros tenían razón. España se podía meter en un lío si perdía ante Suecia y se metió. O nos metieron. Especialmente Isak, que se merendó a la selección española en pleno. Un golazo del debutante Carlos Soler adelantó a La Roja, pero Isak igualó rápido y Claesson en el segundo tiempo dio la vuelta al partido. La derrota nos complica el camino hacia el Mundial de Qatar y deja a Suecia el camino cuesta abajo para acabar primera de grupo.
Luis Enrique emuló a Fray Luis de León y entonó su particular «decíamos ayer» con una alineación casi calcada a la que acabó llevándonos a las semifinales de la Eurocopa cuando casi nadie daba un duro por España. Aquel viejo axioma del «si no está roto, no lo arregles» servía para defender un once de España al que entraba como gran novedad el debutante Carlos Soler porque el seleccionador, que se traga todos los partidos del mundo, tiene buen ojo para elegir a los futbolistas que están más en forma.
Por ir ordenadamente, que así las cosas salen mejor, enumeremos a los once españoles que saltaban al césped del Friends Arena (un nombre molón, vive Dios). De portero Unai Simón. En defensa Azpilicueta y Jordi Alba en los laterales, con Eric García y Laporte como pareja de centrales. Por delante, tres centrocampistas: los intocables Busquets y Koke y el debutante Carlos Soler. Arriba, Luis Enrique apostaba por sus dos nueves, Morata y Gerard Moreno, acompañados de Ferran Torres, otro de los favoritos del seleccionador.
Enfrente teníamos a la Suecia de Ibrahimovic sin Ibrahimovic. Con Isak, que es una especie de Ibra en joven y un poco de marca blanca. Con mucho talento pero no demasiado gol (salvo que le defienda Militao). Eso sí, los suecos llegaban al duelo con dos victorias en dos partidos, así que a selección española iba un poco obligada a ganar en Suecia o al menos a no perder si no quería complicarse la vida en el camino a Qatar, que sólo se clasifica directamente el primero de cada grupo.
El partido nació con vértigo. ¡Qué digo vértigo, fuego cruzado! No tardó ni dos minutos Isak en darnos el primer susto. Fue una contra que el delantero de la Real Sociedad aceleró tras un taconazo, tiró de su poderosísima zancada para asomarse al área en un pispás y sólo la rapidez en el cruce de Laporte evitó males mayores. Luego sobrevivimos también al córner.
En la jugada siguiente España trazó una jugada memorable, bellísima y precisa para hacer el 0-1. Participaron Morata de tacón, Koke, Busquets, Jordi Alba con un pase de picadita y Carlos Soler, el debutante, atacó el espacio para aparecer por sorpresa en el segundo palo y marcar a bote pronto.
Fuego cruzado en Suecia
Sin embargo, la alegría nos duró lo que duran dos peces de hielo en un whisky on the rocks. O un saque de centro, vamos. Busquets perdió un pase atrás de Carlos Soler y la pelota cayó en los pies de Isak. El delantero no se lo pensó, miró a la portería y se sacó un zurdazo cruzado que se coló junto al palo izquierdo de Unai Simón.
Sin respiro ni tregua llegaron dos ocasiones de España antes del minuto doce. Primero falló Morata en un remate dentro del área. Después Gerard Moreno se remató a su propio pie cuando estaba solito en el segundo palo. La selección de Luis Enrique dominaba, casi arrollaba, a los suecos, que intentaban pertrecharse atrás para capear el temporal futbolístico de La Roja.
Forsberg tuvo un mano a mano ante Unai Simón en el 19, pero el meta español achicó bien y el sueco tiró al muñeco. Respiró Luis Enrique, siempre al borde de la hiperventilación. Esta vez no le faltaban razones par desesperarse porque España lo estaba bordando y sólo nuestra sempiterna falta de gol nos condenaba (temporalmente) al empate.
El partido, pese al buen juego de nuestra selección, tenía escondidas muchas emboscadas para nuestros centrales. Con latifundios a las espaldas de Eric y Laporte y las piernas largas de Isak, cada pérdida de balón era susto o muerte. Y ya llevábamos varios sustos. En el 34 ni el árbitro ni el VAR quisieron ver un penalti de Krafth a Ferran Torres.
Otra vez Unai Simón evitó con el pie un gol cantado de Kulusevski tras una pérdida de Koke. Y luego Isak volvió a dar muestras de su enorme talento para meternos otra vez el miedo en el cuerpo. Además, habíamos perdido el gobierno del partido y Suecia se había crecido en el último cuarto de hora. El descanso no fue una mala noticia para los de Luis Enrique.
España se desinfla
Regresamos del entreacto con los mismos once que lo habían bordado en la primera media hora y se habían descosido después. Cambió de bandas el seleccionador a Gerard Moreno y a Ferran Torres para buscar las diagonales a pierna cambiada. Funcionó porque en tres minutos tuvimos la primera. La sacó el meta Olsen con más potra que talento tras un remate a pachas entre Ferran de espuela y Morata con la rodilla.
Respondió Suecia con una jugada en la que reclamaron una mano de Eric García más involuntaria que un acierto de Pedro Sánchez. Fue un aviso. Y a la segunda nos llevamos puesto el gol. Lo marcó Claesson después de que Kulusevski bailara un chotis con Azpilicueta y le diera una asistencia prodigiosa. Pues nada, 2-1 y España metida en un lío Mundial.
La reacción de Luis Enrique fue meter a Adama por un Gerard Moreno que salió muy tocado. Nos quedaba menos de media hora para arreglar el embrollo en el que nos estábamos metiendo. A ver si al final nos vamos a quedar sin catar Qatar. No lo quiero ni pensar.
Adama, con ese cuerpo de culturista, cogió el partido entre sus piernas y lo agitó. Tuvo una ocasión que él mismo se cocinó y que sacó Olsen con los pies porque tiró al muñeco. Luego nos comimos la enésima contra de Isak, veloz y crecido en un partido para enseñar a los ojeadores de medio mundo.
Luis Enrique cambia medio equipo
Luis Enrique quitó a Koke y Morata para meter a Marcos Llorente y Sarabia. Así que empezamos con dos nueves y acabamos con ninguno. Y eso que íbamos perdiendo. Mientras, Isak seguía mareándonos en las contras sin que ningún defensa español se dignara a hacerle una falta, ni un agarroncito siquiera.
Pasaron los minutos y España se ofuscó en buscar a Adama en cada ataque como si fuera Messi. Y cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. Suecia replegó como si la entrenara Simeone. Luis Enrique lo intentó con sus últimos dos cambios: Rodri por Busquets y Brais por Carlos Soler. Demasiados cambios que acabaron volviendo loca a la selección española. Y el tiempo se iba agotando.
Así hasta que se agotó, tras unos minutos finales angustiosos y de ataques plenos de impotencia. España acabó sucumbiendo ante Suecia en un partido en el que fuimos de más a menos y nos dejamos remontar. Ahora la clasificación para el Mundial de Qatar se nos tuerce y queda en manos de los suecos, que tendrán que rendirnos visita. Pero esa ya será otra historia. Y se la contaremos cuando toque.