Simeone reinventa la posición de su hijo Giuliano ante las urgencias del Atlético en el lateral

Semana atípica la que afronta el Atlético de Madrid en el Cerro del Espino. Marcada por un parón de selecciones que reduce a mínimos los efectivos con los que pueden contar Simeone para preparar el duelo liguero ante el Leganés. Especialmente dañado queda el costado derecho rojiblanco, la demarcación aciaga para el Atlético en los últimos años.

El entrenamiento colchonero de este lunes así lo ha vuelto a demostrar. Con Nahuel Molina camino a Madrid, tras un viaje al otro lado del charco para disputar con Argentina dos partidos con Venezuela y Bolivia como rivales, y Marcos Llorente, lesionado durante choque continental ante el Benfica y Rodrigo Riquelme convocado de última hora con la Selección, Simeone ha vuelto a probar con su hijo Giuliano en el lateral.

El Cholo puso énfasis en la circulación de balón y formó con un once de circunstancias para un partidillo contra otro moldeado de futbolistas de las categorías inferiores. Giuliano se desempeñó como lateral derecho de urgencia. Una posición cuyos automatismos no tiene interiorizados. Quedó constatado en sus 65 minutos en Vigo.

El Cholo le acostó sobre la izquierda como carrilero y el que descarriló fue Giuliano. Con una vocación claramente ofensiva, el argentino quedó superado en defensa y resultó ineficaz en ataque. Por su banda hurgó el Celta durante casi todo el partido. Con Manquillo y Carreira buscando su espalda. Williot y Aspas por partida doble no castigaron la osadía de Simeone que él mismo mitigó al sustituirle.

Las lesiones y llamadas internacionales han convertido a Giuliano en una solución de emergencia para el lateral derecho de cara al choque contra el Leganés. Nahuel y Riquelme estarán tan disponibles como necesitados de descanso después de la llamada de sus respectivas selecciones, especialmente el argentino. Con un viaje transoceánico en la mochila con sus dos cambios radical de horario correspondientes.

Los problemas del Atlético con el costado derecho se han vuelto una constante que hacen zozobrar a Simeone. En el recuerdo todavía sobrevuela cuando Sául Ñíguez y Thomas Partey se desempeñaron en el lateral por las circunstancias. Simeone prima la polivalencia de sus jugadores para potenciar el colectivo por delante de lo individual.

El ejemplo de ello es Gallagher. «Me gusta muchísimo. Tiene un gran trabajo. Como mediocampista, como media punta, como banda, donde lo pongas, tiene una condición de trabajo, de talento y de agresividad que nos va a hacer muy bien. Tiene un gran disparo y tiene mucho recorrido», valoró el técnico argentino.

En cualquier caso, el jugador que más opciones tiene para hacerse con la titularidad del costado derecho, pese a la fatiga acumulada por el desplazamiento con su selección, es Nahuel Molina. Aunque Simeone la da vueltas a posibles nuevos inquilinos de la posición. Su hijo Giuliano, a pesar de su vocación ofensiva, se adapta a otras posiciones.

Mientras Simeone sigue buscando fórmula para alcanzar un once tipo, el casting del lateral está abierto. Nahuel, Llorente, Riquelme y el propio Giuliano opositan a él. Llorente y Riquelme, que suelen jugar más adelantados, especialmente el canterano, aligeran el reparto. A Giuliano le toca interpretar el papel.