El Sevilla nunca se rinde

Dicen que nunca se rinde y llevan razón. El Sevilla vuelve a mostrar su mejor versión en la Champions League a la épica. Los de Lopetegui remontaron y se impusieron por 3-2 al Krasnodar. Los goles de Suleymanov y Berger -de penalti- junto a la expulsión de Navas antes del descanso hicieron que el pánico se instaurara en el Sánchez-Pizjuán. Rakitic recortó y En-Nesyri se convirtió en héroe de la noche, desquitándose de sus errores en la Supercopa, para resucitar al equipo y dejarle al borde de los octavos de final.

Tocó lo justo Lopetegui el equipo de cara a lo que debía ser un bálsamo para las heridas de los últimos partidos. Vaclik regresaba bajo palos, mientras que Escudero y Gudelj entraban también en el lateral zurdo y el pivote. El principal cambio no estuvo en la alineación, sino en la actitud defensiva. En especial Koundé, que hizo la falta del primer tanto ruso y un penalti tonto minutos después. Gracias al ADN guerrero y a un más que acertado En-Nesyri, consiguieron darle la vuelta al partido.

Empezaron dominando los sevillistas. Querían salir pronto de la crisis y rápido marcaron un camino similar al visto contra el Stade Rennes. La buena presión evitaba que al Krasnodar le durara el balón. El asedio de los de Nervión era un hecho, con ocasiones claras de Ocampos, Navas y Jordán en los primeros minutos.

La suerte parecía sonreír a los españoles, cuando en el minuto 9, Félix Brych -un árbitro con especial gusto por el punto de penalti- decretaba pena máxima sobre Jordán. El VAR reclamó al colegiado, que corrigió su decisión al ver que la falta fue provocada por el mediocentro, al golpear la pierna de Suleymanov en lugar del balón.

No habían pasado del centro del campo los soviéticos tras un cuarto de hora de juego, cuando se aprovecharon de la confianza de la zaga y provocaron el primer error. Un desajuste defensivo provocó que Berg buscase internar solo en el área. Koundé se lanzó y le derribó, viendo la amarilla. El lanzamiento desde la frontal de Suleymanov entró por la escuadra contraria de la portería de Vaclik, que no pudo hacer nada.

No le dio tiempo al Sevilla a reponerse cuando sufrió otro varapalo. Suleymanov trató de internar en el área, pero tropezó y su balón le cayó de nuevo a Koundé. El central no acertó a controlar y le clavó los tacos a Berg en un intento desesperado por despejar el balón. Brych no lo vió, pero el VAR volvió a llamarle y el alemán volvió a corregir. El propio Berg transformó desde los 11 metros.

El Sevilla revivía los fantasmas de los últimos partidos y, tras dominar y gozar de claras oportunidades para adelantarse, se veía de nuevo con el partido perdido. A la evidente falta de gol se sumó la fragilidad atrás. No se lo pensó Lopetegui e introdujo a Acuña y Óscar pasada la media hora, sacrificando a Escudero y Koundé.

Los cambios rápido se notaron y en el 41′ Rakitic sorprendía al anticiparse a su marcador y cabecear en el pico del área pequeña un balón al palo corto que no se esperaba Safonov. Tras un córner botado en corto por Jordán, el mediocentro recibió de nuevo en la derecha y sacó un centro que parecía quedarse corto, hasta que apareció el croata para recortar distancias en el marcador.

Pero de nuevo los errores condenaban a los hispalenses. El Sevilla se quedaba con 10 tras la expulsión de Jesús Navas, que derribó a Olson cuando era el último hombre en la frontal del área y encaraba la portería. Los sevillistas volvían a sufrir un revés cuando se intuía un atisbo de remontada.

Pese a regresar del túnel de vestuarios con un jugador menos, los de Lopetegui salieron directos a por el empate. Apenas se notó que estaban en inferioridad y Óscar rápido avisó. El ex madridista buscó la escuadra de la portería, pero Safanov reaccionó para evitar las tablas.

En-Nesyri, héroe de la noche

Siguieron acechando el gol los locales, con ocasiones claras para De Jong, Munir y Rakitic, pero sin éxito. Se fue entonces a por todas Lopetegui. El vasco introdujo a En-Nesyri y Fernando, por Munir y Jordán. La entrada del marroquí cambiaría el signo del partido.

Al central del Krasnodar Kaio le temblaron las piernas para sacar el balónn en presencia de dos sevillistas. Se la entregó a En-Nesyri que, prácticamente en la primera aparición que hizo en el encuentro, batía a Safanov. El conjunto sevillista lograba el empate, pero quería más y tres minutos después se pusieron por delante en el marcador.

Rakitic lanzó una falta lateral al corazón del área. El balón se paseó y De Jong desaprovechó la oportunidad de empujarla en boca de gol. De las botas del croata se estrelló directamente en la madera y el rechace salió en dirección a En-Nesyri, que se convertía en el héroe de la noche al fusilar de nuevo la portería de los rusos.

Con el dominio en el marcador, el Sevilla trató de dormir el partido, ante la insistencia ahora del Krasnodar buscando el empate. Espantando los fantasmas de la primera parte, recuperaron la solidez y consiguieron amarrar los tres puntos. Los sevillistas hacen un paréntesis en su crisis y vuelven a ver en Europa la solución a sus problemas en la Liga.