El Real Madrid manda un aviso antes del Clásico (98-68)
Tres derrotas consecutivas son demasiadas para cualquier equipo y si hablamos del Real Madrid este efecto se magnifica. El equipo blanco quiso mandar un mensaje y disipar cualquier duda ante su público abusando totalmente de un Estrella Roja de Belgrado que vino a jugar de tú a tú con los blancos y que salió escaldado tras recibir la novena sinfonía de los Laso: 38 puntos en el primer cuarto.
El descanso de haber estado sin competir seis días sentó de la mejor manera posible al conjunto madridista. Los triples que otros días se salían, los cambios defensivos a los que otros veces se llegaba tarde o el lento movimiento en la circulación de balón desaparecieron en favor de un juego eléctrico, físico y abierto que desarrollaron los blancos para abrir la brecha inicial.
No hubo ni un momento de duda ni atisbo de permitir que la palabra crisis merodee sobre el equipo. Laso metió en el quinteto a Randolph para que desde el primer momento rindiese, pero quien se llevó los focos fue el actor secundario Jonas Maciulis con sus tres triples en tres intentos. Llull dirigió la orquesta con su batuta en el primer periodo y fue quien dio el paso adelante para establecer un parcial de 11-3 final que dejó medio sentenciado el choque a los 10 minutos: 38-24.
En el segundo periodo, el Real Madrid no se relajó ni lo más mínimo pensando que al descanso podría continuar en la primera posición de la fase regular de la Euroliga. Trey Thompkins renació de sus cenizas siendo fundamental en el segundo periodo con siete puntos en tres minutos aplacando cualquier posibilidad de remontada rival. Por si fuera poco, Laso mostró una leonina defensa de su unidad secundaria únicamente permitiendo 10 puntos en casi ocho minutos.
Espectáculo y sustos para cerrar el partido
La segunda mitad sirvió para que el Real Madrid bajara el pistón, pero no por ello dejó de dar espectáculo. Randolph y Doncic sobrevolaron como si fuesen avionetas el Palacio para delirio de una afición que disfrutó de un espectáculo de primer nivel. Los blancos llegaron a ir ganando por casi 40 puntos, pero no quisieron hacer más sangre.
El equipo sí pagó una factura cara en forma de jugadores tocados. Maciulis acabó con hielo en un gemelo y Rudy con una herida abierta en la pierna. Serán las mayores preocupaciones de cara al duelo al Clásico con el Barcelona el próximo domingo. El triunfo permite a los blancos asegurarse su presencia matemática en los playoffs de Euroliga y estar a un triunfo de tener la ventaja de campo en los cuartos de final de la competición. No es un botín pequeño para un equipo que enchufado mete miedo a cualquier rival por muy competitivo que sea.