El presidente de la FIA justifica el comportamiento de Vettel en Bakú
En el Gran Premio de Azerbaiyán, disputado en Bakú, vivimos una de las escenas más polémicas del año en la Fórmula 1. Justo antes de acabar uno de los periodos de Safety Car que tuvo la prueba, Lewis Hamilton ralentizó la marcha para reanudar la acción. Esto fue considerado por Sebastian Vettel como una jugarreta, decidiendo el alemán tomarse la justicia por su mano golpeando deliberadamente con su coche al de Mercedes. La sanción por aquello fue de un ‘Stop&Go’ de 10 segundos y la detracción de 3 puntos de la superlicencia. Demasiado poco ante lo antideportivo de la situación.
Pasados los meses, el presidente de la FIA Jean Todt ha hablado acerca de aquel incidente, justificando en parte el comportamiento de Vettel. “La gente tiene debilidades y cuando te das cuenta y dices ‘no debería haber hecho eso’, entonces tienes que perdonar. Así fue con Sebastian. Soy muy tolerante. No me gusta que la gente juzgue el comportamiento sin tener en cuenta las emociones que se sienten dentro del cockpit. Puedo entenderlo muy bien porque he experimentado situaciones como esa con Michael Schumacher. ¿Te puedes imaginar lo que pasó en Jerez en 1997 o en Mónaco en 2006, cuando hizo esa tontería en clasificación?”, ha afirmado Todt.
Razón no le falta al dirigente francés, y más cuando Vettel acabó mostrando arrepentimiento y disculpándose con todos los afectados. Eso sí, aquella acción puso al piloto alemán bajo sospecha para siempre, dando la razón a muchos de sus críticos, que piensan que se trata de alguien que no es capaz de controlar sus emociones cuando la tensión aumenta. Tras el incidente de Bakú salió prácticamente indemne, pero más le vale no volver a tentar a la suerte. La FIA es tolerante… pero hasta cierto punto. Si existe una próxima vez, el castigo a Vettel puede ser de órdago. Y nadie podrá decir que no lo merece.