Pogacar revoluciona el Tour dándole otro mordisco a Vingegaard en Puy de Dome
Tadej Pogacar da otro mordisco a la general en Puy de Dome. El esloveno atacó a falta de un kilómetro y Jonas Vingegaard a duras penas pudo aguantarle, aunque supo reducir daños y ceder sólo ocho segundos en la línea de meta que le permiten mantenerse como líder por 17 segundos de ventaja. En una infernal subida, el bicampeón del Tour de Francia volvió a demostrar que queda mucha carrera y que no está dispuesto a renunciar a ella. Antes, Michael Woods se había llevado el triunfo de etapa, tras superar en los metros finales a Jorgenson, que estuvo a punto de otorgarle el triunfo a Movistar cuatro años después.
La cima donde reinaron Bahamontes y Ocaña o que presenció uno de los grandes duelos entre Anquetil y Poulidor, esperaba 35 años después de su última presencia en la Grande Boucle otro tú a tú para la historia. En ella, Pogacar se pareció más al de Cauterets que al de Marie Blanque, dejando atrás a Vingegaard, aunque no lo suficiente para arrebatarle el amarillo.
La fuga del día, formada por 14 corredores tras un ataque de Campenaert nada más comenzar, cogió rápido una diferencia insalvable para el pelotón. No les importó, puesto que las miras estaban más puestas en la general y el duelo entre los dos grandes de este Tour en Puy de Dome que en quien coronase primero para llevarse la etapa.
A falta de seis kilómetros de meta, comenzaron los movimientos en el grupo. Un Van Aert desfondado y Kelderman se descolgaban del grupo y lo aprovechaba el UAE para tomar las riendas y comenzar a subir el ritmo con Marc Soler. Pero la reacción de los Jumbo fue inmediata. Kuss seleccionaba el grupo de favoritos, en el que Pogacar se quedaba solo ante el peligro.
Mientras Michael Woods superaba en los metros finales a Jorgenson para ganar y dejar sin triunfo a Movistar, por detrás aguantaban Carlos Rodríguez, Pidcock y Adam Yates junto a los dos primeros de la general. Gaudu, Bardet, Landa o Hindley no podían aguantar el ritmo. Tampoco un Kuss que, una vez hizo su trabajo, se dejó llevar.
Con mucha especulación, el primero en probar era Yates, algo que aprovechaba Pogacar para testar cómo se encontraba el líder, que respondía rápidamente. Pero unos metros después, el esloveno lanzaba un brutal ataque que terminó por dejar atrás a Vingegaard en el infierno de Puy de Dome. Aunque el danés resistió como pudo y consiguió minimizar daños, llegando ocho segundos por detrás y manteniendo el amarillo.
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