Nadal remonta ante De Miñaur y mete a España en la final de la ATP Cup

Rafa Nadal selló el pase de España a la final de la ATP Cup tras remontar al descarado Alex de Miñaur (4-6, 7-5 y 6-1) y poner así el 2-0 ante Australia, en una serie que había allanado Roberto Bautista con su victoria en el primer partido ante Nick Kyrgios (6-1 y 6-4). España se medirá el domingo en la final de la ATP Cup a la Serbia de Novak Djokovic, que se impuso 2-0 a Rusia en la otra semifinal del torneo.

No era el partido del morbo que habría supuesto un Nadal- Kyrgios, pero el duelo ante De Miñaur también tenía su componente especial, pues el australiano podría haber defendido los colores de España. Nacido en Sidney, pero hijo de española y criado en Alicante, De Miñaur salió a por todas para mantener viva la esperanza del equipo anfitrión tras la derrota de Nick Kyrgios ante un Roberto Bautista que sigue pletórico (6-1 y 6-4). Con el 1-0 a favor, España tenía dos match points por delante para plantarse en la final. El primero se lo jugaba Rafa, ocasión también para sacarse la espinita de perder el día anterior ante Goffin.

No era una labor fácil, y menos leyendo el lenguaje corporal que mostraba De Miñaur al otro lado de la red: baile incesante de piernas, puño arriba y una derecha que manejaba a placer. El 2-0 subía al marcador para el australiano tras un break inicial. Nadal tiró del temple que concede la experiencia y aguardó su momento: elevó el listón al saque -dos juegos en blanco- y apretó al resto. Sin embargo, la bola de break para poner las tablas se resistía a aparecer y a De Miñaur no le podía la presión. En el décimo juego, cerró con su saque la manga (4-6): era el primer set que ganaba al número uno del mundo tras dos duelos precedentes.

De Miñaur jaleaba a la grada, aunque no hacía falta, ya de por sí exultante con la exhibición que estaba haciendo el veinteañero en su ciudad natal, llegando a todo y capaz de encontrar ángulos imposibles o bolas a la misma línea. Desde el banquillo lo hacía Kyrgios, quien ya presagiaba el golpe sobre la mesa que podría dar el aussie. «Es la pregunta más estúpida que me han hecho», había dicho el de Camberra, cuestionado por si había opciones de que Alex ganara al balear.

Remontada y a la final

Se le ponía cuesta arriba a Nadal, mientras su rival seguía con su ritmo trepidante. Sin embargo, el balear aprovechó en la segunda manga llevar la iniciativa con su servicio, oportunidad que había desperdiciado en el primer set al ceder su servicio a las primeras de cambio y que le pasó factura. El saque para uno y otro fue decisivo para moverse en el marcador y Nadal se aseguró el tiebreak. Fue entonces, en el duodécimo juego, cuando gozó de la primera bola de break a favor en todo el partido. La red le devolvió un favor -antes había favorecido al australiano- y de Miñaur se dejaba la bola en su lado de modo que el set se lo adjudicaba el español (7-5).

Una hora y 44 minutos y el duelo estaba en tablas. La cara del australiano lo reflejaba todo: ni su mejor tenis estaba siendo suficiente para ganar al español. El efecto fue tal, que en el tercer set Nadal recuperó todas sus buenas sensaciones y demostró su dominio sobre la pista. En apenas 12 minutos ya mandaba 3-0 en el marcador, tras un break en el segundo juego. Pero la ventaja fue aún mayor con una nueva rotura.

De Miñaur no estaba dispuesto a bajar los brazos ante su gente y tiró de orgullo para recuperar un break (4-1), pero Nadal le devolvía un contrabreak para poner el 5-1 y disponer de su servicio para cerrar el partido. Tras otro de esos partidos en los que rendirse nunca es una opción para el balear, Rafa concluía el encuentro tras más de dos horas y confirmaba  la presencia de España en la cita de este domingo: la final de la ATP Cup ante la Serbia de Novak Djokovic.