Despeja las dudas sobre su figura

Montse Tomé se reivindica con España

La seleccionadora despeja todas las dudas sobre su figura tras ganar la Liga de Naciones con España

Se ha consolidado en el cargo a base de un trabajo constante que le ha permitido guiar a la selección hacia otro nuevo título

Montse Tomé, España
Montse Tomé celebra la victoria de la selección. (EFE)
Hugo Carrasco
  • Hugo Carrasco
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  • Redactor de la sección de deportes. Apasionado del fútbol y del ciclismo. Especialista en fútbol femenino. En OKDIARIO desde 2017.

Montse Tomé se reivindica al frente de España con la Liga de Naciones. La victoria ante Francia dio a la selección un nuevo título que fue especial, puesto que reflejaba una unión que, tras lo que sucedió después del Mundial, estaba en duda. La seleccionadora llegó prácticamente de rebote, tras el cese de Jorge Vilda, y desde el comienzo estuvo cuestionada. Ahora, con este nuevo éxito del equipo nacional, nadie duda de la figura de la asturiana.

Hace seis meses, en septiembre, Tomé asumía el cargo y en su presentación se desataba el caos. La nueva entrenadora de la selección llamaba a varias de las mundialistas, que habían pedido no ser elegibles; a jugadoras como Mapi León y Patri Guijarro, que habían renunciado hacía un año; y se dejaba fuera a Jenni Hermoso, para «protegerla». Para no ser sancionadas con la retirada de su licencia, todas acudieron a la concentración de Oliva.

Tras varias horas de reunión, la RFEF se comprometía a ejecutar cambios inmediatos o en los siguientes días. Entre ellos, aparecía como más que posible la destitución de Montse Tomé, que horas después daba una rueda de prensa previa al partido contra Suecia en la que la emoción la impedía prácticamente hablar. Todo apuntaba a que tras ese encuentro y el siguiente contra Suiza, se marcharía. Pero los resultados lo cambiaron todo.

En medio de todo el ruido, España ganaba a Suecia y goleaba a Suiza, lo que se convirtió en oxígeno para la seleccionadora, que apelaba a la «confianza en el trabajo» para mantenerse fuerte. Le siguieron otras dos victorias contando ya con Jenni, que era la encargada de sacar los tres puntos frente a Italia. Todo volvía prácticamente a su orden, hasta que en el vestuario se reabrió la herida en diciembre, con el cambio de Aitana en el descanso que hacía que España saliera en la segunda parte con 10 jugadoras y encajara el gol del empate. Algo surrealista.

Entonces, su figura volvió a estar tocada. El desencuentro con la Balón de Oro centraba otra vez los focos sobre ella y esas dudas crecerían más en Málaga, durante una primera parte contra Suecia en la que una irreconocible España –sin Aitana– caía por 1-3 al descanso. ¿Había cama? ¿Serían los últimos minutos de la seleccionadora? Pero España remontó, goleó 5-3 y la mente se puso en el objetivo primordial de este 2024: la clasificación para los Juegos.

Montse Tomé se lo gana a pulso

Tres meses después, España se jugaba su billete a París en esta Final Four. Sin margen de error, como hasta entonces, acudía la selección a La Cartuja. Lo hacía con Alexia Putellas y Tere Abelleira entre algodones. Todo apuntaba –como así ha sido– que no jugarían ni un minuto. Pero su llamada no era sólo por su aportación en lo deportivo. El cuerpo técnico quería que estuvieran para mantener una unión que se había ido consolidando poco a poco.

A Holanda se le goleó, se logró la clasificación para las Olimpiadas por primera vez y, ahora, la oportunidad de lograr un nuevo título. Francia llegaba a Sevilla como la bestia negra de España. Nunca se le había ganado y, a pesar de su mal Mundial, eran una de las selecciones que podía poner en más aprietos a las campeonas del mundo. En un partido perfecto de España, las francesas se quedaron sin tirar a puerta y, como no, sin título.

La victoria sirvió a Montse Tomé como reivindicación. La asturiana hacía repaso de estos meses tras el partido: «Estuve siempre tranquila, es obvio que al principio las cosas estaban raras y lo afrontamos tratando de pensar en fútbol. Logramos resolver los encuentros de una forma diferente y no sé si cambiará algo, yo confío en el trabajo, me rodeo de gente espectacular y unido al grandísimo talento que manejamos… Es un día feliz y tenemos que disfrutar».

Ella se refugió en su trabajo cuando las cosas pintaban peor y, una vez que ha ganado su primer título y ha logrado el objetivo para el que se la contrató, su satisfacción era más que palpable. Además, Markel Zubizarreta, director de fútbol femenino de la RFEF, la alababa en zona mixta. En el horizonte aparece la posibilidad de ganar una medalla en París. Allí estará una Montse Tomé que se ha ganado a pulso su cargo.

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