Mingueza y Umtiti dan la razón al Barcelona con su informe

La derrota del Barcelona en Sevilla, en la ida de las semifinales de la Copa del Rey (2-0) que deja muy muy complicada la vuelta en el Camp Nou como tapete, fue también una muestra más de los problemas intrínsecos que tiene el club blaugrana desde el pasado verano. La racha de resultados del equipo había dejado en el olvido los errores del pasado, había puesto en alza a los jugadores que seguían al pie del cañón intentando reconducir la temporada de transición que se había iniciado.

La realidad es que las victorias no hicieron más que ir echando debajo de la alfombra estos problemas y, a poco que se ha sacudido, han vuelto a aflorar tan fuertes como antes. A finales de enero, a punto de concluir el mercado de fichajes, se hizo público a través de TV3 un informe técnico que se había realizado desde la propia secretaría técnica del club y que firmaba a su término el propio Ramón Planes.

La filtración, una más, dejaba en manifiesto las grandes debilidades que tenía la actual plantilla del Barcelona. El epicentro del informe hacía hincapié en la zaga, ya que esta había sido encargado por el propio Carles Tusquets semanas antes para poder tratar con todo lujo de detalles la posibilidad de incorporar en enero a Eric García, operación que no acabó cuajando por las desavenencias del trío de candidatos a la presidencia.

El informe señalaba severamente a dos jugadores en concreto, los que a la postre han jugado juntos en el eje de la zaga uno de los partidos más importantes de la temporada para el equipo. Óscar Mingueza y Samuel Umtiti quedaban malparados ante la opinión pública tras la filtración del análisis de la plantilla de Planes, al otro lado de Lenglet y Araujo, a los que señalaban como únicos centrales fiables aptos, con Piqué lesionado «hasta mayo».

Sobre Mingueza apuntaba que «ya ha subido al primer equipo y creemos que puede ayudar en partidos de exigencia media, pero para los más importantes no está preparado todavía». Sobre Umtiti definían que «tiene muy difícil jugar partidos de máxima exigencia además de no ser tampoco un jugador fiable por culpa de sus lesiones, por lo que no se puede tener las garantías de que esté disponible en los momentos claves de la temporada». De hecho, puntualiza al final del informe que el francés está entre la terna de futbolista que debe salir este próximo verano.

Koeman apostó por ellos

Y llegó el partido clave de la temporada, ese camino rápido hacia el título que tanto apostilló Koeman en sus comparecencias. La Copa del Rey era la gran esperanza de los culés este curso, por el que había reservado incluso jugadores en los partidos ligueros como ante el Betis. Pero fue a la hora de la verdad, y para la sorpresa mediática y de la afición, que cuando se anunció la alineación salían de inicio como pareja de centrales Mingueza y Umtiti –y sin olvidar a Junior, como lateral diestro, que también salía en el informe como en la lista de salidas para el próximo verano–.

Koeman se la jugó con ellos dos y dejó en el banquillo a Lenglet. De hecho, lo del ex del Sevilla fue por decisión técnica y no tuvo molestias: «Lenglet no ha tenido problemas físicos. Ha sido una decisión técnica la de jugar con Umtiti y Mingueza». Así lo recalcó el holandés en sala de prensa.

El partido fue el que fue. En los dos goles que logran transforman los sevillistas aparece uno o los dos centrales. En el primero de Koundé, tanto Umtiti como Mingueza acaban por los suelos. La acción del central es de gran nivel y hace un autopase sensacional a Umtiti para superarlo y dejarle atrás. Mingueza va al suelo para frenar el disparo de Koundé pero ya era demasiado tarde. En el gol de Rakitic, es Umtiti el que tira el fuera de juego ante el croata, fallando y resbalando además. El balcánico, completamente solo, no erró el uno contra uno ante Ter Stegen para el 2-0.

La conclusión es que el informe técnico de Ramón Planes con ambos jugadores era acertado, ninguno de los dos demostró tener el nivel para un partido de la envergadura y exigencia de una semifinales de la Copa del Rey ni para un rival de la entidad actual de los sevillistas. Pese a ello, Koeman apostó por ellos. Qué paradoja.