Miedo al criterio arbitral en las selecciones de baloncesto

Los únicos equipos españoles que quedan vivos a estas alturas de Juegos Olímpicos son los de baloncesto. Hockey, waterpolo o balonmano no han conseguido pasar a la lucha por las medallas para decepción de todos. Sin embargo, nuestros representantes de la canasta andan con la mosca detrás de la oreja. Los arbitrajes no están siendo ni mucho menos benévolos con ellas y ellos. Ver rajar de los colegiados a Pau Gasol, Juan Carlos Navarro o Laura Nicholls es cuanto menos una imagen atípica.
«Nunca me han echado en 30 segundos en la vida. Me expulsado una o dos veces antes, pero en la primera técnica que me pitó no dije nada y pensaba que el árbitro me amenazaría con pitarme otra en la siguiente acción, pero nunca expulsarme. Fui a intentarle explicar que cuando un tipo que pesa 50 kilos más que tú y te pone un bloqueo es difícil fingir, pero no me quiso escuchar», relató el capitán de la selección española, toda una institución que disputa sus quintos Juegos Olímpicos.
España se teme lo peor contra la aguerrida selección francesa, famosa por emplearse a fondo con los nuestros en los últimos años en defensa. «Dan palos para aburrir», comentan desde el cuerpo técnico. Nando De Colo, estrella del equipo galo, confirma ese extremo. «El respeto siempre ha estado presente entre ambos equipos, pero eso no quiere decir que no vayamos a jugar duro. Tienen que saber la medida de nuestra revancha después de lo que pasó el año pasado en Lille. El camino al triunfo es defenderles a muerte», afirma.
Pau Gasol, poco dado a hablar de los árbitros, pese a ser de largo el jugador del torneo que más faltas se lleva y a los que menos le señalizan, también habló del tema. «Las faltas técnicas que pitaron a Navarro fueron al cuestionables, con muy poco espacio la una de la otra, pero los árbitros pensaron que tenían que tomar esa determinación. No hay mucho que hacer cuando te la pitan», aseguró el jugador de los San Antonio Spurs.
La falta de respeto arbitral a España se ha contagiado también al torneo femenino de baloncesto, donde las nuestras pasaron ayer a semifinales tras vencer a Turquía con una canasta sobre la bocina de Anna Cruz. Dicha heroicidad no hizo que las españolas se olvidaran de todo lo que habían permitido los colegiados a las otomanas. «Hubo mucha batalla dentro. Tengo que admitir el arbitraje no ha sido equitativo en ningún momento, especialmente con las pivots. A mí no me han dejado defender. Las tocabas y te pitaban falta enseguida», explicó su compañera Laura Nicholls.