Gran Premio de Brasil

Mercedes resurge en Brasil, Sainz vuelve al podio y Alonso firma otra remontada memorable

Russell
Russell rodando en Brasil. (Getty)
Guillermo Sáez

Mercedes ha revivido sus días de gloria firmando un doblete en el Gran Premio de Brasil con la victoria de George Russell, la primera de su carrera en la Fórmula 1, y el segundo puesto de Lewis Hamilton. Completó el podio Carlos Sainz y Fernando Alonso firmó otra remontada épica hasta finalizar en quinta posición por delante de los pilotos de Red Bull, que fueron los grandes damnificados del día en Interlagos.

Russell era el único piloto de los tres grandes equipos de la actual Fórmula 1 que aún no había subido al primer cajón del podio y saldó esa cuenta pendiente dominando de principio a fin la penúltima carrera del año. No pudo evitar las lágrimas en el podio, que cerró Sainz después de ganar cuatro posiciones en carrera. Aún más profunda fue la remontada de Alonso, que supo reponerse al enésimo lío montado por Alpine.

La salida fue bastante limpia más allá del choque entre Kevin Magnussen y Daniel Ricciardo que dejó a ambos fuera de la carrera. Cielo e infierno para el danés en el mismo fin de semana. Los aspirantes a la victoria no sacaron los cuchillos en esas primeras curvas, pero sí lo hicieron en cuanto el coche de seguridad abandonó el asfalto en la séptima vuelta.

La salida relanzada trajo problemas para tres de los principales gallos del corral. Max Verstappen provocó un toque con Lewis Hamilton que arruinó sus opciones de pelear por un nuevo triunfo. Desde entonces, el campeón mundial ya solo pudo pelear por rascar algún punto. Mucho menos problemático fue el asunto para el inglés, que salió casi indemnde. Por detrás, Lando Norris sacaba a Charles Leclerc de la pista y provoca el choque del Ferrari contra la barrera. El monegasco puedo seguir en carrera, pero igualmente lejos de los mejores.

Se abría una gran oportunidad para Carlos Sainz, que ganaba la tercera posición por detrás de Pérez y Russell, pero la superioridad de Mercedes le impediría soñar con su segunda victoria en la Fórmula 1. El podio era el objetivo realista y a esa faena consagró sus esfuerzos. Encima, un problema en los frenos obligaba a adelantar su primera parada y trastocaba toda la estrategia.

Imparable Alonso

Por su parte, Fernando Alonso volvía a sufrir en sus carnes la torpeza de Alpine. Ya solo le queda un fin de semana de sufrimiento antes de estrenar el mono verde de Aston Martin. En la segunda de las tres paradas que realizó en Interlagos, el asturiano vio cómo sus mecánicos perdían diez segundos extra por pura ineficacia. A este via crucis no le está faltando ni una sola estación…

A falta de 20 vueltas para el final llegó el incidente que volvió a agrupar a todos los coches y provocó una segunda salida relanzada donde los pilotos españoles fueron los mejores danzando sobre el caos. El McLaren de Lando Norris se quedó averiado sobre la pista y salió el coche de seguridad que provocó un frenético sprint final de 12 giros. Por la radio del equipo, Alpine avisaba a Ocon de que no peleará con Alonso, al que tenía justo detrás, pero no tuvo ni opción de montar otro incendio porque el asturiano fue imparable.

Ayudado por unos neumáticos más jóvenes, Alonso se lanzó a la yugular de sus rivales. Adelantó al mencionado Ocon, a Bottas e incluso al Red Bull de Sergio Pérez. Se lo pasó en grande y volvió a demostrar que el piloto más veterano de la parrilla no ha perdido un gramo de su talento. Ascendió hasta la quinta posición y a punto estuvo de llegar a pelearle la cuarta posición a Charles Leclerc, que rabió por la radio del equipo al ver que Sainz no le cedía la tercera plaza en plena pelea por el subcampeonato con Pérez. Los podios no se regalan.

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