Liga Santander: Real Madrid - Barcelona

Las ‘mentiras’ de Setién

Quique Setién no ha logrado cambiar demasiadas cosas desde que el pasado 14 de enero asumiera el cargo de entrenador del Barcelona

Quique Setién se la juega en el Clásico de Liga Santander contra el Real Madrid de este domingo

Setién
Quique Setién, antes de un partido con el Barcelona. (Getty)

El pasado 14 de enero Quique Setién aterrizaba en Can Barça después de que el club presidido por Bartomeu decidiera prescindir de Ernesto Valverde, tras la dura derrota en la Supercopa ante el Atlético de Madrid y con un equipo aún tocado emocionalmente por las últimas decepciones de Liverpool y Roma en Champions.

Setién llegaba al Barcelona con muchos retos por delante y con una afición confiada en que el equipo recuperaría su marca de identidad: el tiki taka y también la confianza en La Masía. La intención de la directiva con la contratación del cántabro era acercarse lo máximo posible a aquel Barça de Pep Guardiola que tanto maravilló al planeta fútbol y del que Setién siempre se ha considerado seguidor.

Un mes y medio después de su llegada, el Barcelona de Setién encara uno de los partidos más importantes de la temporada, el Clásico ante el Real Madrid en el Santiago Bernabéu. Pero, ¿qué ha cambiado en el Barcelona desde la llegada del entrenador?, ¿ha mejorado el equipo?, ¿está logrando el nuevo cuerpo técnico lo que se propuso?

Los propósitos de Setién

En su presentación, Quique Setién abordaba las preguntas de los periodistas desgranando su estilo de juego y sus señas de identidad como entrenador amante del fútbol de posesión. El cántabro también tuvo tiempo de agradecerle a Valverde su trabajo, y es que la situación no era nada mala: líderes en la Liga y vivos en la Champions y en la Copa del Rey, aunque con malas sensaciones en el juego, sobre todo de visitante. Estos eran sus retos principales.

Mejorar el juego culé

«Mis equipos han jugado muy bien al fútbol y eso es lo único que puedo garantizar: que el equipo va a jugar bien», explicaba Setién en su primer día como azulgrana. Un mes y medio después, el Barcelona de Quique Setién tiene más posesión que el de Valverde, gozando de un 71,6% de posesión de media en sus seis partidos de Liga, pero su fútbol no es mejor que el que practicaba con Valverde.

Se trata de un Barcelona sumamente plano. La ausencia de Luis Suárez evita que los culés tengan ese punto de verticalidad en los últimos metros, y la apuesta de Setién tampoco ayuda. El partido ante el Nápoles fue buena prueba de ello: 2 tiros a puerta a pesar de sumar casi 800 pases. Se trata de la tónica dominante en los partidos del Barça con Setién, que no ha conseguido mejorar el juego del equipo.

Apostar más por La Masía

«Tengo predisposición a usar a los chicos de la cantera para que los de arriba no se relajen», afirmaba. La afición soñaba con la apuesta por los Riqui Puig, Collado y compañía, pero por ahora no ha sido así.

Sus primeras palabras como entrenador animaron a los canteranos, enviándoles un mensaje de confianza. En su primer partido ante el Ibiza, el cántabro apostó por Riqui Puig, Carles Pérez y Ansu Fati en el once inicial, además de guardar en el banquillo a Abel Ruiz y a Chumi.

Ocho partidos después, la Masía no acaba de aparecer: Riqui Puig ha desaparecido de las últimas convocatorias, Carles Pérez y Abel Ruiz han hecho las maletas al extranjero y Ansu Fati es el único superviviente de la nueva generación de La Masía, aunque ha perdido algo de peso en los últimos partidos.

Ya con Valverde La Masía no pasaba por un buen momento y Setién ha seguido la dinámica reinante de buscar en el mercado para tapar los agujeros de la plantilla, algo que pasó con la contratación de Braithwaite y las salidas de los Carles Pérez y Abel Ruiz.

Alternativas en el sistema de juego

«El dibujo puede cambiar, no digo que no», decía el nuevo entrenador en su primer día. Quique Setién apostó en sus dos primeros encuentros por el sistema que desarrollaba en Sevilla con su Betis, con tres centrales y dos carrileros abiertos en banda. Una especie de 5-3-2, con Busquets por encima de la defensa.

La poco convincente victoria en Ibiza y la derrota en Valencia precipitaron el adiós a su sistema preferido. Desde ese momento, Setién ha preferido el 4-3-3 tan desarrollado en la última etapa de Valverde. En Nápoles y en partidos anteriores confió en Arturo Vidal arriba, partiendo desde la banda.

Por el momento, Quique Setién no ha logrado conseguir los retos que tenía por delante desde que el pasado 14 de enero fue contratado por un Bartomeu que buscaba cambiar el rumbo de un equipo tocado anímicamente. El Barça sigue en la lucha por la Liga y por la Champions, pero las sensaciones continúan sin ser del todo positivas. Veremos cómo se desarrolla el Clásico del Bernabéu.

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