Los madridistas silenciaron San Paolo: «¡Qué viva España!»
El infierno de San Paolo se convirtió en el cielo madridista en apenas seis minutos. Fue el tiempo que transcurrió entre el 1-0 a favor del Nápoles y el 1-2 del Real Madrid, ambos obra de Sergio Ramos -el superhéroe de Arbeloa.
Aparte de uno de los merengues más representativos, el resto de la expedición blanca se creció en el estadio napolitano. Después de la odisea que pasaron en el trayecto, ésta se convirtió en completa alegría tras una primera parte también difícil como para el resto del equipo.
El doblete del capitán del Real Madrid hacía olvidar también el pánico que habían vivido desde su llegada ya que no pudieron moverse del hotel durante este viaje, y se manifestó toda la rabia por primera vez en el minuto 60.
Justo a la hora de la partido, los 1.400 madridistas que acudieron al partido acallaron el constante ruido que habían proferido los tifosi napolitanos con el típico cántico que se modifica casi año a año tras las conquistas de las últimas Champions League prácticamente de forma consecutiva en el último lustro: «¡Cómo no te voy a querer, cómo no te voy a querer…!».
«Si fuiste campeón de Europa por Undécima vez…», sigue el mismo en un gesto de sentimiento madridista, silenciados durante los primeros 45 minutos de dominio partenopeo tanto dentro como fuera del terreno de juego y en la previa por todo lo vivido, que jamás olvidarán.
Ocho minutos después, el más de un millar de seguidores que componían la expedición blanca desplazada a Nápoles entre semana cambió el mismo al también archiconocido «¡qué viva España, qué viva España!» para reconocer el sentimiento de la patria que siente el Real Madrid.