Además del riesgo por el coronavirus

La Liga se enfrenta a otro enemigo invisible además del coronavirus: el calor extremo

Además del coronavirus, las altas temperaturas también serán un riesgo que la Liga correrá con el retorno de las competiciones tras el parón por culpa del Covid-19

La Liga
Los jugadores del Barcelona se hidratan durante la final de la Copa del Rey de 2019 frente al Valencia. (AFP)

La Liga se prepara para retomar la competición después del parón sufrido por el coronavirus. El Covid-19 es la amenaza más grande que tienen Primera y Segunda, pero con la mayoría de los partidos disputándose entre junio y julio, el calor también influirá en el transcurso de las jornadas restantes.

Esta semana los equipos comenzarán a hacer las pruebas para descartar posibles coronavirus en la plantilla. Se seguirá el protocolo y la vuelta a la normalidad será progresiva. Primero, entrenamientos individuales, más tarde pasarán a entrenarse en grupos reducidos y posteriormente ya todo el equipo. Además, tendrán que extremar las medidas para evitar contagios.

Y es que esos contagios podrían obligar a perder a los futbolistas durante varias semanas sin contrajesen el coronavirus. Una cuarentena obligada, que además pondría en riesgo al resto de sus compañeros y a la competición, ya que en el caso de contagiarse un número alto de jugadores podría obligar a parar, de nuevo, el campeonato por culpa del Covid-19.

Si el coronavirus es la mayor amenaza en la reanudación de la Liga, en un segundo escalón aparecerá la temperatura. El calor que hará en los meses de junio y julio, en el caso de la Liga, y en agosto en la Champions, jugará un factor determinante a la hora del regreso de los campeonatos. De hecho, una de las medidas será la de horarios más tardíos para los encuentros, evitando jugar a horas tempranas de la tarde cuando pega más el sol.

Además de los horarios, los partidos, en su mayoría, tendrán que hacer un cooling break para que los futbolistas pueda tomar un descanso y refrescarse ante las altas temperaturas que podrán azotar España en esos meses de junio y julio. Este hábito se ha hecho famoso en las últimas temporadas, haciendo un parón en la mitad de cada parte para que los jugadores se hidraten.

Otro detalle a tener en cuenta con la llegada de las altas temperaturas será el desgaste físico, que es mayor con el calor y el riesgo de sufrir más lesiones. Además, habría que añadir el detalle de que los futbolistas llegarán a la competición con una minipretemporada después de estar dos meses ‘parados’ ejercitándose en sus casas. A esto hay que añadirle la gran carga de partidos que tendrán para poder acabar la temporada. Para combatir este problema también se ha impulsado una nueva norma en la que los equipos podrán hacer cinco cambios durante los partidos. 

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