El legendario ‘ángel de Budapest’, homenajeado en los Juegos Macabeos

Juegos Macabeos
Juan Carlos Sanz-Briz, homenajeado en Budapest.
Francisco Rabadán
  • Francisco Rabadán
  • Redactor jefe de deportes. He tenido la oportunidad de cubrir dos Juegos Olímpicos, varios Mundiales de distintas disciplinas y algún que otro All-Star de la NBA con los Gasol. De Córdoba y sin acento.

Los Juegos Olímpicos Macabeos son el mayor evento deportivo de la comunidad judía en todo el mundo. Budapest acoge una emotiva edición en 2019 donde el que fuese embajador español durante la Segunda Guerra Mundial, Ángel Sanz-Briz, ha sido homenajeado por una increíble labor que llegó a salvar la vida de más de 5.000 personas.

Su historia, que incluso fue llevaba al cine en 2011, no ha caído en el olvido y su hijo Juan Carlos vive en primera persona los múltiples agradecimientos que todavía se suceden por la labor de su padre. «Ayer hicimos un acto de homenaje y apareció sin saberlo una mujer húngara con un salvoconducto firmado por mi padre que salvó la vida de toda su familia. Fue un momento increíble y te llena de orgullo», nos cuenta Sanz-Briz, que ha hecho las labores de abanderado del equipo español en Hungría.

«Mi padre nunca pensó que necesitara un reconocimiento por lo que hizo. Actuó de manera humanitaria, como haría cualquier otra persona, viendo la masacre que se estaba produciendo y aún poniendo en riesgo su carrera como diplomático», explica Juan Carlos. Y es que ‘El ángel de Budapest’ actuó sin tener el consentimiento de Franco para expedir más de 2.000 salvoconductos que salvaron las vida a 5.200 personas.

«Mi padre les escribió contando la situación y no recibió ninguna respuesta de las autoridades españolas. Entonces decidió actuar por su cuenta. Emitió 2.000 documentos cuando tenía autorización para hacer 200 pasaportes, utilizó una ley derogada de la época de Primo de Rivera para dar nacionalidad española a los sefardís… Hizo de todo para salvarles, les metió en casa, luego en la Embajada y hasta alquiló siete edificios para dar cobijo a los judíos», añade Juan Carlos, quien se enorgullece de que su padre lo hiciese todo aquello con apenas 33 años. «Tomo una determinación y fue hasta el final con todas las consecuencias. Ahora pasados los años piensas que ha cambiado la vida a 50.000 personas».

Plantó cara a los nazís

Al oír la historia de boca de Juan Carlos, uno se para a pensar qué necesidad tenía de hacer todo lo que hizo. «Él no tenía ningún interés personal ni nada. Ni siquiera somos judíos en mi familia. Actuó así porque vio el riesgo que existía. Peleamos con las autoridades húngaras para hacer más salvoconductos de los acordados y luchamos contra los nazis que entraban en los edificios para llevarse a los judíos sin atender ningún tipo de razón y obviando su pasaporte», asevera.

La comunidad judía de Budapest alcanzó las 800.000 personas durante la Segunda Guerra Mundial. 600.000 de ellos murieron a manos de los nazis y estos días se homenajea a las víctimas con el evento deportivo más importante de la historia del país. España cuenta con una representación de 101 atletas y todos ellos agradecen y admiran la labor que Sanz-Briz hizo por el pueblo judío. Se saltó las normas por un bien mayor: salvar la vida a 5.200 personas.

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