Klopp está atento a Dembelé

La llegada de Malcom al Barcelona deja a Ousmane Dembelé en una situación comprometida. El fichaje estrella del conjunto culé el pasado curso ha visto como sólo una temporada después le sale competencia directa después de que los barcelonistas desembolsasen 41 millones de euros por el brasileño. El ex del Dortmund siente que no confían en él y, por si acaso, el Liverpool está al acecho.

Jurgen Klopp está interesado en reforzar su ataque con el azulgrana. La artillería de sobra conocida del Liverpool, que le llevó a meterse en la final de la Champions League, formada por Mané, Firmino y Salah, podría verse reforzada con la llegada de otra bala como Dembelé. El club espera a que el jugador se ponga a tiro para atacar y tratar de firmarle.

La llegada de Malcom al conjunto catalán ha desestabilizado a un Dembelé que se acaba de proclamar campeón del mundo con Francia. El club pagó por él 140 millones de euros el pasado curso, tras la marcha de Neymar. Estaba llamado a ser el sucesor del brasileño y quien le hiciera olvidar. De ahí que, en parte, no se entienda la llegada de Malcom. Sin embargo Dembelé no tuvo la importancia esperada, al lesionarse de gravedad en dos ocasiones a lo largo del curso.

Ahora su futuro está en el aire. Malcom se encuentra ya con el Barça realizando el stage de pretemporada en Estados Unidos, mientras que Dembelé será junto con Umtiti el último jugador en incorporarse bajo las órdenes de Valverde. En las dos semanas que le quedan para regresar a los entrenamientos, el brasileño podría tomar ventaja de cara a la titularidad y la situación del francés podría dar un giro inesperado que le haga hacer las maletas.

Lo que parece claro es que el Barcelona no va a dejarle marchar de una forma fácil. Sólo en el caso de que Valverde tenga el convencimiento de que la plaza está bien cubierta con Malcom y que el jugador esté realmente incomodo en Barcelona podría valorarse una salida. Pero la oferta tendría que superar mínimo los 100 millones. El Liverpool es el primero en declarar sus intenciones de entrometerse en el futuro de Dembelé, aunque el tiempo corre en su contra pues el mercado inglés cierra el 9 de agosto.