Detenidos por agredir a un chófer y a un funcionario del gobierno ruso

La juerga de Kokorin y Mamaev que puede acabar con sus carreras

Aleksandr Kokorin y Pavel Mamaev, jugadores rusos del Zenit y Krasnodar, respectivamente, acabaron detenidos por cometer presuntamente varias agresiones

Kokorin Mamaev
Kokorin y Mamaev, juntos en una foto que publicó el propio Kokorin en sus redes sociales (Instagram)

Aleksandr Kokorin y Pavel Mamaev, jugadores rusos del Zenit y Krasnodar, respectivamente, acabaron detenidos por cometer presuntamente varias agresiones tras una noche de juerga. Dos personas resultaron agredidas, un chófer y un funcionario del Gobierno ruso. Los futbolistas se exponen a penas que podrían conllevar los cinco años de cárcel.

Según cuenta el diario ruso Gazeta.ru, Aleksander Kokorin y Pavel Mamaev decidieron celebrar sus 10 años de amistad con una fiesta en la noche de Moscú. Pero la juerga se les fue de las manos y los futbolistas fueron protagonistas de varios incidentes que se saldaron con varias personas agredidas.

Según algunos testigos, ambos futbolistas se dedicaron a golpear de madrugada a algunos coches estacionados a su paso sin importarles que hubiera gente dentro. Uno de los conductores se bajó del vehículo para reprenderlos por su actitud y se llevó una paliza que le dejó inconsciente, con una conmoción cerebral de la que se recupera ahora en un hospital. Se trata del chófer personal de una de las presentadoras más importantes de Pervyi Kanal, una de las principales televisiones rusas.

Sin embargo, la cosa no quedó ahí. Kokorin y Mamaev se dirigieron a un café de Moscú y allí la emprendieron con otro señor, de origen asiático, que también les recriminó su actitud. Además de gritarle y decirle insultos raciestas, le dieron varios golpes en la cabeza, y uno de ellos le lanzó una silla. La víctima no era un ciudadano cualquiera, sino Denis Pak, un alto funcionario del Ministerio de Industria y Comercio.

Las cámaras del local captaron todos los hechos y las imágenes enseguida empezaron a circular por las redes sociales, de modo que en Rusia no se habla de otra cosa por la gravedad de lo ocurrido. Las autoridades abrieron un expediente en aplicación del artículo 112 del código penal y les podría suponer hasta una pena de cinco años de cárcel.

Distinta reacción por parte de sus clubes

La Federación Rusa de Fútbol (RFS), por medio de su vicepresidente, Sergey Anokhin, ha comunicado que ambos jugadores no podrán ser excluidos de la selección, aunque fueran finalmente declarados culpables, ya que en la actualidad no forman parte de ella.

A pesar de la gravedad de los hechos, el Zenit de San Petersburgo no expulsará a Kokorin, según explicó el club a través de un comunicado. «Lo que ocurrió ayer en Moscú, con la participación de Alexander Kokorin, provoca una fuerte aversión e indignación en el club. Estamos a la espera de una evaluación legal de las autoridades pertinentes, pero desde un punto de vista humano y emocional, este incidente solo causa vergüenza», rezaba el comunicado.

En cambio el Krasnodar sí ha decidido tomar cartas en el asunto y echar a su jugador por tan lamentable conducta. «En este momento, estamos tratando de romper el contrato del jugador. Desafortunadamente, los contratos se formulan de tal manera que defienden a los deportistas tanto como sea posible. Pero haremos todo lo posible para hacerlo», decía el club ruso, reciente rival del Sevilla en la Europa League.

Una botella de champán de 250.000 euros

El reciente incidente ha sido el de mayor gravedad que han protagonizado, pero Kokorin y Mamaev ya resultaron señalados en el pasado, cuando entonces sí formaban parte de la selección nacional rusa.

Durante la Euro 2016, ambos fueron sorprendidos en una fiesta en Mónaco, en la que al parecer se gastaron 250.000 euros sólo en champán. Esa fue su manera de celebrar la eliminación de Rusia en la Eurocopa tras haber obtenido tan sólo un punto en la fase de grupos.

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