El Getafe hace pasillo a Messi
El Barcelona sigue en la pomada por la Liga tras un breve parón para ganar la Copa del Rey. El Getafe, infranqueable para el Real Madrid el pasado domingo, fue un juguete en manos de un Leo Messi al que literalmente le hicieron pasillo para firmar un doblete en la primera mitad. Los culés siguen dependiendo de sí mismos para ganar el título de Liga.
Tras las victorias de Real Madrid y Atlético, los culés necesitaban responder a la exigencia ante un rival que está en una zona incómoda de la tabla viendo los puestos de descenso a apenas cuatro puntos. El conjunto azulgrana, sin grandes alardes de juego bonito, sí lució una pegada que le hace muy diferente al resto cuando Leo Messi está inspirado.
Al argentino se le vio achispado desde el inicio buscando el balón, distribuyendo a sus compañeros y driblando a rivales fácilmente frente a un Getafe que soñaba con poder prolongar el 0-0 durante mucho tiempo y poner nerviosos a los locales. El equipo de Bordalás, sin embargo, vio como su aparente muralla se quebró en un contragolpe eléctrico entre Busquets y Messi. El centrocampista filtró balón al espacio para que el argentino, a trompicones, entrase en el área y definiera por la escuadra para sorpresa del portero Soria.
Ese gol, apenas en el minuto ocho, fue un jarro de agua fría para la estrategia visitante. La vida, pese al planteamiento, le dio una segunda oportunidad al Getafe apenas cinco minutos después. Cucurella hizo una gran jugada por banda para poner un servicio medido hacia Ángel. El delantero remató francamente mal mandando su envío en dirección al banderín de córner cuando Lenglet –últimamente en el lugar equivocado– metió el balón en propio meta dejando vendido a Ter Stegen.
Harakiri del Getafe
Tras un par de envites de Messi que no encontraron el gol, el Barça vio cómo los madrileños le compensaban por el empate con uno de los goles tontos de la temporada. Un envío largo sin aparente peligro iba a ser atajado por Soria, pero el defensa Chakla lo desvió en un manifiesto error de comunicación entre ambos metiendo el balón en propia meta. Los dos se culpaban de uno de los errores más tontos de la temporada.
Las esperanzas del Getafe se terminaron de ir al garete seis minutos más tarde. En la salida de un córner, Maksimovic hizo un despeje horrible que hizo que el balón cayese en las botas de Leo Messi. El argentino estrelló en primer lugar el balón contra el poste, pero a la segunda no falló en el rechace anotando a placer ante la salida de Soria y sentenciando el partido antes del descanso.
Esa sensación la leyó a la perfección un Ronald Koeman que en el descanso empezó a proteger a titular como Piqué o Lenglet alcanzándose cinco cambios en el receso, puesto que el Getafe también retocó tres piezas en busca de revitalizarse en un partido donde la suerte les había sido esquiva en todo momento.
El Barça racanea y sufre
Los cambios de Koeman hicieron que los culés activasen el modo economizar de forma incomprensible. Los azulgrana, ya sólo con la Liga como única competición, fueron permitiendo crecerse a un Getafe que poco a poco iba acercándose a la portería de Ter Stegen sin aparente esfuerzo.
En una jugada protagonizada por Kubo, el japonés colgó un balón al área hacia Enes Unal, quien anticipó al recién ingresado Araujo consiguiendo que éste le pisase. El VAR llamó a filas a Figueroa Vázquez para que mirase la jugada e inmediatamente vio claramente la pena máxima. El turco no perdonó desde los 11 metros metiendo picante al choque con casi media hora por jugar.
El Getafe apretó con más corazón que cabeza presionando en campo contrario. El Barça estaba casi contra las cuerdas, pero cuando parecía todo destinado a un final de pedir la hora apareció Araujo para enmendar su error. El central, en el minuto 86, peinaba un centro al primer palo de Messi para cerrar el partido. Finalmente Griezmann, en el descuento, fue autorizado por el magnánimo argentino para cerrar la goleada desde el punto de penalti.
El Barça, a medio gas, goleó a un Getafe que hizo pasillo a Messi. El argentino hizo un doblete y además dio una asistencia demostrando que en su versión actual –lejos de la imperial– sigue marcando grandes diferencias en la Liga. Con estos mimbres, los de Koeman pueden seguir soñando con conquistar el campeonato doméstico. La tienen en su mano.