Fernando Alonso, en mitad del dilema de Adrian Newey y Aston Martin

Fernando Alonso está en medio del dilema entre Adrian Newey y Aston Martin, que se resume en dos opciones: o bien poner todas las fuerzas en el desarrollo de un coche de 2026 que desde el 1 de enero ya se puede empezar a diseñar o, por el contrario, poner el foco en las actualizaciones del AMR25, aun sin fecha de presentación. Esto, en gran medida, dependerá de los primeros resultados que la escudería coseche a partir del 14 de marzo, cuando se disputará la primera carrera del Mundial de 2025.

12 días antes, el 2 de marzo, Newey ya podrá realizar su trabajo como ingeniero en la fábrica de Aston Martin en Silverstone. El inglés llega con el principal objetivo de llevar al equipo, tanto deportiva como económicamente, al ser también accionista, hacia lo más alto de la Fórmula 1. La ambición del propietario, Lawrence Stroll, no es otra que luchar por victorias en los próximos años y también por títulos.

Alonso, que tiene contrato hasta el término del campeonato de 2026, es el más interesado en que los frutos florezcan y también en que Newey aterrice en la fábrica hoy antes que mañana. El plan inicial de Aston Martin es el que venimos contando en este periódico desde que el equipo verde anunció el traspaso del ya ex ingeniero de Red Bull: transición en 2025, con el fin de que dentro de dos años el piloto asturiano pueda tener un coche ganador.

Pero las últimas palabras de Newey, unidas a las del jefe de equipo, Mike Krack, que no da por perdido 2025, un año en el que espera volver a los buenos resultados de 2023, crean un dilema dentro de la escudería, donde ya no saben si mantener el plan establecido por todas las partes o reservar esfuerzos para el próximo campeonato.

Alonso comenzará el Mundial sin garantías

Como decimos, esa cuestión se irá resolviendo a medida que pasen las semanas y el rendimiento de Aston Martin sea malo, bueno o regular. Como cada año, se esperan mejoras para la gira europea, pero en concreto esta temporada no va a ser de grandes despilfarros para los británicos. Pese a contar con mucho capital, saben que lo ocurrido en 2024, en el que se han proclamado el equipo que más gasta en actualizaciones, sin éxito, no se puede repetir en un curso clave en su historia.

Alonso queda encuadrado en medio de todo ello, ya que un año más será el conejillo de indias que descubra las virtudes o, como viene ocurriendo en la etapa más reciente, las debilidades del siguiente Aston Martin. Para el AMR25 se espera un cambio de concepto radical tras pasar por un coche que aparte de ser noveno o último en varias pruebas, fue dañino para el físico del asturiano por el rebote con el asfalto.

Newey es cauto

Por todo ello, Newey prefiere no pillarse los dedos y limitarse a transmitir el mismo mensaje que su nueva escudería. «Obviamente, Aston Martin quiere hacer el mejor trabajo posible en 2025, pero mi principal objetivo será el reglamento de 2026 y este gran cambio porque empiezo el 2 de marzo», afirmó el inglés.

Este, haciendo alusión a las nuevas normas que entrarán en vigor el año que viene, recordó su período de gardening al que le obligaba Red Bull al pasar de un equipo a otro, el cual le ha impedido realizar desde el primer día de 2025 los primeros bocetos del monoplaza verde del futuro. Al ser su contrato multianual, no hay duda de que si el coche de 2026 no llega a tener única y exclusivamente su firma al haber pasado ya por otras manos, el de 2027 sí que la tendrá.