El Real Madrid supera con nota su segunda final de la temporada

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Francisco Rabadán
  • Francisco Rabadán
  • Redactor jefe de deportes. He tenido la oportunidad de cubrir dos Juegos Olímpicos, varios Mundiales de distintas disciplinas y algún que otro All-Star de la NBA con los Gasol. De Córdoba y sin acento.

El Real Madrid cabalga libre a defender su título de Euroliga. Los blancos, pese a todo el dramatismo que ha rodeado su participación en el Top-16, cumplieron con su deber tras superar al Khimki y se medirán en los cuartos de final al Fenerbahce de Zeljko Obradovic en lo que será la revancha por la eliminación de los turcos en la Final Four de la pasada temporada. Aunque los de Laso jugarán con factor cancha en contra, un desafío para campeones.

Los locales comenzaron desatados con Llull anotando ocho puntos en los dos primeros minutos. El Khimki, sin embargo, no se amilanó ni lo más mínimo. La calidad superlativa de jugadores como Shved o Dragic imponía, pero el verdadero pánico se apoderó del Palacio con la irrupción de Tyrese Rice. El verdugo del Real Madrid en la Final Four de 2014 comenzó a recortar distancias, pero el Madrid estaba de dulce. Dos triples seguidos de Felipe Reyes, uno de ellos con falta incluida, dejaban claro que el partido sería de los pistoleros.

Sergio Rodríguez, por si fuera poco, irrumpió en el choque con un triple sobre la bocina del primer cuarto que estableció el 33-28 en el marcador. El inicio del segundo cuarto fue un duelo al sol entre Carroll y Rice. De hecho, ambos se ‘defendían’ entre ellos. El escolta blanco firmó cinco triples en un visto y no visto, mientras que Rice sumaba 22 puntos en 15 puntos. Los locales iban en progresión de romper el récord de triples al descanso con cinco tantos de ventaja.

El Madrid seca a Rice

En la segunda mitad, Dusko Ivanovic quiso bajar el ritmo anotador. El serbio quería aburrir al equipo de Pablo Laso, pero la idea le estalló en las manos porque el Madrid había pensado lo mismo. El Madrid brindó sus mejores minutos defensivos del año –sólo concedió tres puntos en siete minutos– y el Khimki parecía estar contra la lona. Rice, esta vez sí, quedó secado por el potencial físico de un Llull que sabe bajar al barro cuando es necesario. El estadounidense, en lugar de implicar a sus compañeros, se fue sólo contra un muro que ya conoce sus métodos.

Ivanovic rebuscó en su banquillo hasta encontrar un quinteto que le permitiese correr. El Khimki se acercó nuevamente antes del final del tercer cuarto. Sin embargo, la peor pesadilla de los suyos, Jaycee Carroll, emergía nuevamente con ocho puntos consecutivos para asentar la ventaja en la decena de puntos. El Madrid tiró de oficio y veteranía para cerrar un partido donde apareció el equipo campeón que juega esta temporada a ser un Guadiana. Los blancos firmaron su mejor parte defensiva de toda la temporada concediendo únicamente 21 puntos a los rusos. Hay motivos para creer en un ‘back to back’ en la Euroliga.

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