El dopaje arbitral no faltó en esta Liga

El Barcelona ha vuelto a proclamarse campeón de Liga. Sin embargo, no hay que olvidar que durante la temporada el conjunto culé ha vuelto a salir muy favorecido de los arbitrajes y esto es algo trascendental a la hora llegar a la meta el primero en la jornada 38. Y es que este año ha vuelto a haber dopaje arbitral y eso no hay quién lo discuta.

El conjunto culé recibió numerosas ayudas en el primer tramo de competición que han acabado siendo claves en la consecución del título y hasta en el día en el que se proclamó campeón viendo cómo le anulaban un gol a Lucas Pérez.

En las nueve primeras jornadas de Liga Santander, el Barcelona ya se había adelantado hasta en cuatro ocasiones de forma ilegal. En la primera jornada del campeonato doméstico, el conjunto culé se impuso al Betis (2-0) pero se adelantó gracias a un gol de Tosca en propia puerta que no debía subir al marcador porque Leo Messi estaba en fuera de juego. Lo mismo ocurrió en el duelo ante el Espanyol de la jornada tres cuando el primer tanto de Leo Messi llegó en un fuera de juego clamoroso.

10 días después, en su tercer partido en casa, disputado ante el Eibar, el Barcelona volvió a golear pero el partido no estuvo exento de polémica ya que el conjunto culé se adelantó gracias a un penalti inexistente que acabó hundiendo a un conjunto armero que había comenzado mejor el partido.

Escándalo ante el Málaga

Porque si lo de las tres primeras jornadas como local había sido de traca, lo del duelo ante el Málaga fue Hiroshima. En este partido, el árbitro Pablo González Fuertes dio como legal el primer tanto culé que llegó después de un balón puesto por Digne desde la izquierda que claramente había traspasado la línea de fondo. Curiosamente, todas las personas que estaban en el estadio lo vieron menos el esbirro de Sánchez Arminio y sus dos asistentes.

Robo al Alavés en el Camp Nou

En la jornada 21 de Liga Santander, el Alavés se las prometía muy felices cuando se adelantaron en el Camp Nou pero a falta de 8 minutos, y con 1-1 en el marcador, Iglesias Villanueva se inventó una falta que nunca debió pitarse por fuera de juego de Alcácer para que Leo Messi hiciera el 2-1 definitivo.

Pero hubo más, ya que Luis Suárez no fue expulsado tras agredir a Duarte a la salida de un córner y, a falta de dos minutos, Umtiti frenó con la mano un remate de Munir dentro del área pero el colegiado prefirió no señalar nada. Un escándalo en toda regla.

Polémica roja en El Madrigal

Frente al Villarreal, el Barcelona disputaba un partido importante en su lucha por la Liga y acabó ganando 0-2 pero a su manera. En el Madrigal el Barcelona sufrió de lo lindo hasta que Raba cometió una dura entrada sobre Sergio Busquets, que exageró su caída, y el joven jugador castellonense fue expulsado por De Burgos Bengoetxea, el mismo que no pitó un claro penalti sobre Cristiano en la ida de la Supercopa de España y posteriormente expulsó al Balón de Oro.

Para más inri, el colegiado invalidó por fuera de juego una clara jugada donde Soriano se plantaba sólo ante Ter Stegen. Así que siempre que hubo peligro el colegiado se encargó de desbaratarlo como el mejor portero.

Mano extra en Las Palmas

Goliat visitaba la casa de David cuando Real Madrid y Atlético aún creían en Liga Santander pero el árbitro se encargó de ponerse de lado del más fuerte, algo que viene siendo habitual siempre que se trata del Barcelona. El equipo de Valverde pinchó en Gran Canaria pero podría haber sido peor si Mateu Lahoz hubiera pitado manos de Iniesta dentro del área. Eso sí, el colegiado valenciano fue el encargado de pitar un penalti en contra del Barcelona, algo que no se producía desde el pasado 14 de febrero de 2016. Palabras mayores.

A todo esto hay que sumar las infinitas expulsiones perdonadas a Luis Suárez, la gran racha de rojas en contra y a favor, así como los numerosos penaltis que se han quedado en el limbo.