Djokovic sobrevive ante Raonic pero entra en cuartos tocado
Novak Djokovic se impuso al canadiense Milos Raonic en cuatro sets (7-6(4), 4-6, 6-1, 6-4). El número uno del mundo, aquejado de molestias abdominales, se mete en cuartos de final del Open de Australia, donde le espera Alexander Zverev
![Djokovic](https://okdiario.com/img/2021/02/14/djokovic-y-raonic-se-saludan-tras-el-partido.-getty-655x368.jpg)
![Nacho Atanes](https://okdiario.com/img/2023/08/22/foto-perfil.jpg)
El camino de Novak Djokovic hacia su noveno Open de Australia sigue su curso, aunque con una piedra en el camino que le puede costar el revalidar el título. Al igual que sucediera con Rafa Nadal en el comienzo del torneo, Nole sufre molestias físicas, en su caso en la zona abdominal, que no le permiten jugar al 100% y le obligan, como en octavos de final ante Milos Raonic, a acudir a la épica para superar a sus rivales.
El serbio, todo pundonor y experiencia, sacó adelante (7-6(4), 4-6, 6-1, 6-4) un encuentro trampa y se cita ahora con uno de los favoritos al Open, Alexander Zverev, en cuartos de final. Con Raonic, Djokovic pudo hacer gala de un tenis más pausado, sabedor de su supremacía en los intercambios desde el fondo de la pista. La receta era clara: dominar los intercambios y saber sufrir en el saque de Milos, que lleva más de una década entre los más potentes y eficaces servidores de la ATP.
En el primer set, Nole necesitó del tie-break para adelantarse en el marcador, después de que ambos fuesen incapaces de romper el saque del rival hasta la llegada de la muerte súbita. Una vez ahí, Djokovic sí empezó con la –mínima– ventaja necesaria, que administró con maestría, aunque sin demasiada brillantez, y se puso por delante en el luminoso.
Los fantasmas llegaron entonces al serbio, que veía como Raonic no bajaba un ápice su agresividad, pese a caer en el primer parcial. Con ello, y después de un amago en el tercer juego del parcial, Milos iba a romper a su contrincante en el quinto, a la vez que las caras y las molestias en la zona abdominal aparecían, mermando, aparentemente, al gran favorito y ocho veces campeón en Melbourne Park.
Como parecía inevitable, Raonic fue creciendo cada vez más al servicio y con ello, se apuntaba la segunda manga del partido. Ya le había tocado a Djokovic sufrir ante un Fritz que le llevó al quinto set y, por el momento, Milos ya había forzado para igualar a uno con mucho, mucho por decidirse.
Victoria sufrida… y Zverev en el horizonte
La contienda parecía igualada. Los problemas físicos hacían caer al jugador aparentemente superior, y la irreductible y creciente mentalidad de Raonic también equilibraba la balanza. Fue ahí cuando Djokovic, en su peor momento, sacó su mejor cara y castigó al canadiense con un impoluto 6-1, una auténtica obra maestra que sólo uno de los mejores tenistas de la historia puede realizar, además, en su pista preferida. Las molestias seguían ahí, pero ahora debían compartir protagonismo con el excelso nivel tenístico de Djokovic.
Así las cosas, Nole había neutralizado la furia de Raonic, convirtiéndola en negativa para los propios intereses del canadiense, cuya resistencia iba a aguantar hasta el momento clave de la cuarta manga. Fue ahí, con el siempre temido 4-4 y Djokovic necesitado de ganar cuanto antes, cuando el acelerón del serbio encontró una grieta en el tenis de su rival y, en forma de break y consolidación posterior, ponía el punto y final a un encuentro que deja el lado positivo de la victoria, pero obtiene la de arena en las dudas, numerosas, sobre su estado físico de cara a las rondas finales. Y llega un hueso para cuartos, Alexander Zverev.