Fórmula 1

¿Debería desaparecer el GP de Mónaco de la Fórmula 1?

La carrera del pasado domingo fue de las más aburridas de los últimos años

Mónaco
La falta de espectáculo que vivimos en el Gran Premio de Mónaco año tras año hace plantearse la necesidad de la continuidad de esta carrera en el calendario de Fórmula 1. (getty)

Cuando todos los pilotos de la parrilla de Fórmula 1 están de acuerdo en algo, es que van bien encaminados. Eso sucedió el pasado domingo, cuando todos, salvo Daniel Ricciardo por motivos obvios, coincidieron en que el GP de Mónaco fue muy aburrido. Y si fue así mientras conducían los coches más rápidos del mundo, para los espectadores fue aún peor. ¿Qué se puede hacer al respecto? Eliminarlo del calendario. Es una medida drástica, pero que no admite discusión si atendemos a cualquiera de los tres siguientes motivos:

Monotonía para el espectador

La carrera de Mónaco, más allá del glamour que tiene, es cada año, salvo que la lluvia lo arregle, la más aburrida de todo el calendario. La estrechez del trazado y la presencia constante de virajes hace casi imposible que se pueda adelantar. Además, los neumáticos de hoy en día no permiten la presencia de diferentes estrategias entre los participantes, lo que podría ayudar a elevar el interés para quien se sienta en la tribuna o detrás del televisor.

¿Un circuito peligroso?

Resulta realmente curioso que en cada circuito del mundial de Fórmula 1 se midan con recelo todas y cada una de las escapatorias, llegando en ocasiones incluso a hacer modificaciones durante los Grandes Premios en algún piano o algo similar con la excusa de la seguridad para luego llegar a Mónaco y que se haga la vista gorda con todo. Un mal toque entre dos monoplazas puede desencadenar una tragedia. Si no, solamente hay que ver el accidente del pasado domingo entre Leclerc y Hartley. ¿Y si el Alfa Romeo Sauber hubiese salido disparado hacia arriba? Solo Dios sabe lo que podría haber pasado. Que sí, que Mónaco es tradición, espectáculo a nivel mediático y mueve mucho dinero, pero hay cosas con las que no se debe jugar. Y la seguridad de los participantes, así como la de los espectadores de la tribuna, es lo primero.

Pierde la mística

El circuito de Mónaco ha escrito muchas páginas brillantes en la Fórmula 1. Monoplazas y pilotos puestos al límite, o incluso por encima de él en ocasiones. Sin embargo, la F1 de ahora no es la de antes, y la perfección que han alcanzado los monoplazas hace que el reto de Montecarlo no sea lo mismo que en otras épocas. Mejor dejar de venir a este circuito y recordarlo como el mito que es que acabar por convertirlo en lo que va camino, una cita que invita más a echarse la siesta el domingo que a disfrutar de la cima del deporte del motor.

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