Cristiano Vs Messi: ocho años de una ‘clásica’ rivalidad
Corría el 29 de noviembre de 2009 cuando la Liga española comenzaba a contar la historia de los dos mejores futbolistas del mundo en la actualidad, de una pareja de rivales llamados a ser leyendas. Cristiano Ronaldo acudía al Camp Nou con la casaca blanca para visitar a un anfitrión, Leo Messi, que forma una parte indivisible y fundamental en su carrera deportiva.
Ese partido, que acabó con victoria (1-0, gol de Ibrahimovic) para los de Guardiola, dejó dos remates para cada uno, ambos solos ante el portero, de los que habitualmente no suelen perdonar. Valdés, con su pierna derecha, y Casillas, con la izquierda, evitaron dos goles cantados.
A partir de entonces su rivalidad no hizo más que acrecentarse en cada partido jugado, con unas estadísticas para la posteridad al alcance de muy pocas divinidades futbolísticas en la historia. Cinco balones de oro para cada uno coronan unos números individuales que les sitúan en el Olimpo balompédico.
En lo que se refiere exclusivamente a los Clásicos jugados, Messi ha marcado 24 tantos (16 en Liga, 2 en Champions y 6 en Supercopa), mientras que Cristiano lo ha conseguido en 17 ocasiones (8 en Liga, 3 en Champions y 6 en Supercopa). En estos datos hay que tener en cuenta que el argentino acumula más temporadas que el portugués en la Liga, puesto que debutó en partido oficial con el Barça el 16 de octubre de 2004 contra el Español. En los Barcelona-Real Madrid disputados hasta la llegada al campeonato de Cristiano, Leo marcó tres goles en la 2006/2007 y otros tres tantos en la 2008-2009.
Pero no se enfrentaron por primera vez en el campeonato español. El primer partido entre ambos se disputó en el Camp Nou el 23 de abril de 2008, en la ida de semifinales de la Champions League entre Barcelona y Manchester United. Cristiano falló un penalti en el minuto 3 y el encuentro terminó con empate a cero. En la vuelta en Old Trafford un solitario gol de Paul Scholes dio el pase a los ingleses a la final, que ganaron tras imponerse en la tanda de penaltis al Chelsea. Un año después se produciría el tercer choque entre ambos con las mismas camisetas, pero con distinto resultado, ya que el Barça se proclamó campeón de Europa tras derrotar en la final al United por dos goles a cero, con un tanto esta vez sí de Leo Messi.
Con el tiempo se han convertido en enemigos íntimos. El respeto entre ambos es de tal magnitud que el acercamiento en los últimos tiempos es cada vez mayor y los guiños entre ambos son numerosos. Han conseguido que el mundo del fútbol no entienda un Messi sin Ronaldo, ni un Cristiano sin Leo.