El rumor de Barcelona: Sainz a Red Bull y Ricciardo a Ferrari
Un edificio de plástico y estructura metálica se eleva a unos metros de la sala de prensa. Una estructura homogénea dividida en dos partes: Toro Rosso a la izquierda; Red Bull a la derecha. Allí coexisten en una sola verdad: todos quieren irse al lado derecho. Daniel Ricciardo charla en eterna sonrisa con un periodista; Carlos Sainz reposa en una mesa atendiendo el teléfono. Dos protagonistas, dos movimientos, dos futuros.
Porque en uno de esos rumores que prenden rápido por el paddock, Sainz podría traspasar la línea imaginaria hacia el otro lado; y Ricciardo llevarse su sonrisa hacia Ferrari. Es la dimensión temporal en la que se mueve la Fórmula 1: ya se piensa en 2018. Fernando Alonso lo revolucionó todo el jueves… y ahora esto es un enorme mentidero de lujo y glamour.
Carlos Sainz ya se sinceró sobre su futuro a OKDIARIO: Renault le quería… y alguno más. Prefirió quedarse un tercer año en Toro Rosso, todavía era demasiado pronto. Eso sí, para ver qué puertas se abrían en 2018. Y es que, a Carlos, la de Red Bull, le gusta mucho. «Estoy seguro que si me dan ese asiento no defraudaría a nadie. Si algún día tengo esa oportunidad, no se van a arrepentir», declaró entonces.
La realidad es que el talento de Carlos Sainz se mueve por los cerebros de los que manejan el deporte, aunque callen. Otros, como Fernando Alonso, lo refrendan en público a voz en grito: «Es uno de los mejores». Dos amigos, dos rivales: pasado, presente y futuro. Dos genios que coinciden en la victoria y difieren en el tiempo: a uno se le agota, otro, lo tiene todo por hacer. Y si Red Bull le deja…