El Betis se despide del Calderón, su estadio talismán, en Twitter

El conjunto verdiblanco se proclamó dos veces campeón de Copa en el feudo colchonero, motivo por el que el Betis ha querido rendir su particular homenaje al Vicente Calderón en sus redes sociales. Hace unos días se convertía en viral una fotografía que mostraba que el derribo interior del que fuera estadio del Atlético de Madrid hasta el 28 de mayo de 2017 había comenzado.

«Algo se muere en el alma cuando un amigo se va… Hace unos días comenzó la demolición del estadio Vicente Calderón, ese mágico lugar en el que tocamos dos veces la gloria. ¡Nunca te olvidaremos!», ha escrito el Betis en su cuenta de Twitter.

Algo se muere en el alma cuando un amigo se va… 😔👋

Hace unos días comenzó el demolición del Estadio Vicente Calderón, ese mágico lugar en el que tocamos dos veces la gloria 🚛🚧💥

¡Nunca te olvidaremos! 💋 pic.twitter.com/gtLOefnpJs

— Real Betis Balompié (@RealBetis) March 25, 2019

El equipo andaluz ha ganado dos veces la Copa del Rey y las dos veces ha sido en el Vicente Calderón. La primera fue en la temporada 1976-1977, en la que se impuso al Athletic en la tanda de penaltis. La segunda en la campaña 2004-2005 frente a Osasuna, la famosa Copa que Lopera llevó a la boda de Joaquín.

Curiosamente, el Betis jugó otras dos finales de Copa, las dos en el estadio del Real Madrid, y las dos se saldaron con derrota. La primera en 1931 ante el Athletic y la segunda en 1997 frente al Barcelona. Queda así demostrado que el Vicente Calderón ha sido un estadio talismán para el conjunto verdiblanco como no lo ha sido ni el viejo Chamartín primero ni el Santigo Bernabéu después.

El derribo del Vicente Calderón durará casi un año

El derribo ha tardado más de lo previsto y se prolongará durante casi un año dado que se tendrá que realizar en diferentes etapas. En verano se retiraron los asientos y el pasado mes de diciembre se terminaron de trasladar todas las oficinas desde el viejo Manzanares al Nuevo Metropolitano. Ya en enero se empezó a vallar el estadio por fuera.

En el proceso de derribo no se han podido utilizar explosivos debido a la cercanía de las viviendas y de la M-30. La obra es de enorme complejidad ya que, además de demoler el estadio, también conlleva el desvío y el cubrimiento de parte de la M-30, una de las vías de mayor circulación de Madrid.