El Barcelona saca la manita antes del Clásico
El Barcelona se impuso por 5-1 al Ferencvaros en el partido correspondiente a la jornada 1 de la fase de grupos de la Champions League
El Barcelona hizo los deberes en su estreno en la Champions League. Los de Ronald Koeman golearon al Ferencvaros con un contundente 5-1 en el que destacó la ausencia de Antoine Griezmann, que fue suplente y no entró en el partido. Leo Messi abrió la lata, Ansu Fati hizo el segundo y Coutinho anotó el tercero de la noche. Pedri y Dembélé cerraron la goleada en un choque en el que Gerard Piqué fue expulsado por roja directa y no podría estar ante la Juventus la próxima semana.
Volvía la Champions League al Camp Nou. Sonaba el himno del torneo después de que sonase a mediados de agosto en la agónica noche en la que el Barcelona se medía al Bayern de Múnich en Lisboa que ponía punto y final a un ciclo. Rodaba el cuerpo sobre el tapete del feudo azulgrana con varias caras nuevas y algunas rotaciones en el equipo de Ronald Koeman respecto a la derrota frente al Getafe. Pensaban también los culés en el Clásico del próximo sábado, al que llegarán con un día más de descanso.
Neto salía en portería para defender el arco y evitar los goles del equipo húngaro. Por delante, la línea de cuatro defensas en la que las bandas eran para los Sergios. En la derecha Roberto y en el carril zurdo el de nombre brasileño pero que en realidad es holandés pero que juega con Estados Unidos: Sergiño Dest. En el eje de la zaga, Lenglet y Piqué. De Jong compartía mediocentro con el debutante Pjanic. Por delante, Ansu Fati, Trincao, Coutinho y Leo Messi, como delantero, completaban el once confeccionado por Ronald Koeman.
En el once destacaba la ausencia de Antoine Griezmann. Castigado o no el francés, le tocaba a sus compañeros buscar los tres puntos para arrancar con buen pie la Champions League. Pudo empezar mal, pero el VAR demostró que Tokmac Chol Nguen estaba en fuera de juego cuando batió a Neto con un auténtico golazo tras una contra que finalizó con un trallazo después de superar a Piqué. Minutos después, un pase del delantero del Ferencvaros cayó en los pies de Barbosa, que a bocajarro, con otro pepinazo mandó la bola al larguero.
Messi acude al rescate
Entre el gol anulado y la ocasión desperdiciada por el Ferencvaros, el Barcelona también las tuvo, aunque las sensaciones que dejaban no terminaban de convencer. Messi envió una falta al tercer anfiteatro. El argentino también se sacó un disparo, de esos que le encantan, desde la frontal del área que la despejó el portero. A la tercera no perdonaría el ’10’ culé. Recoge el balón, gambetea dejando a dos rivales en el suelo y cuando penetra en el área le derriban. Balón al punto de cal y es el propio Leo el que asume la responsabilidad. Mirada al portero, carrerilla, golpeo y gol en el minuto 26.
Después del gol llegó la hora de Ansu Fati y Trincao. El internacional español fue el que escogió tener las oportunidades y Trincao el de crear juego y dejar buenos detalles que hacen soñar con su calidad. Ansu probó fortuna desde la media luna del área y después fue el portero del Ferencvaros el que le sacó un pie providencial para negarle el gol. A la tercera, como Messi, el guardameta rival no tuvo esa suerte. Pase de genio de Frenkie de Jong por encima de una defensa que tiró mal el fuera de juego y el joven futbolista que le da con la espinillera con tal fortuna que la manda al fondo de la red.
Con el 2-0 que puso Ansu Fati el árbitro mandó a los equipos a vestuarios al decretar el final de la primera mitad. Nada más iniciarse el segundo acto el Barcelona anotó un golazo colectivo. Pase en profundidad de Pjanic a Messi, el argentino aguanta dentro del área la presión de cuatro futbolistas y encuentra un hueco milimétrico para dársela a Ansu Fati. Al chico maravilla le cerraron otros tantos y en su mente, entre fechas de exámenes de diciembre y selectividad, pensó cómo salir de esa. Toque de tacón para un Philippe Coutinho que chutó de primeras para batir al guardameta y poner el 3-0 en el marcador.
Pedri y Dembélé se unen a la fiesta
Cada tanto iba matando un poco más a un Ferencvaros que le puso ilusión y fe al inicio del partido, pero que se enfrentaba a una batalla que era prácticamente imposible de ganar. El partido estaba prácticamente cerrado y Ronald Koeman ya volvía a pensar en el Clásico del próximo sábado. Tocaba dar descanso a futbolistas como Sergi Roberto o Ansu Fati. Entraron Junior Firpo y Dembélé para ocupar sus puestos y también tuvo su oportunidad Pedri al entrar por Trincao. Mientras, Antoine Griezmann ni calentaba. En el Ferencvaros el que entraba era el hombre de los tres continentes, Somália, nombre de país africano, de nacionalidad brasileña y futbolista del cuadro húngaro.
Pero cuando todo parecía que la victoria estaba cerca, se torció el asunto para el Barça con una roja para Piqué y con gol de los húngaros. Pase en profundidad a Nguen, que le gana en velocidad al central culé. En la pugna, el defensa culé agarró al delantero del Ferencvaros e impidió su disparo, por lo que el colegiado no lo dudó y pitó pena máxima, además de expulsar al futbolista del Barcelona. Kharatin superó a Neto desde el punto de cal para recortar distancias y Koeman movió rápidamente el banquillo y dio entrada a Ronald Araujo y Sergio Busquets por Coutinho y Pjanic respectivamente.
Sin Piqué tendrá que viajar el Barcelona la próxima semana a medirse a una Juventus que ganó su partido con Morata, con doblete, haciendo de Cristiano Ronaldo, que sigue de baja tras dar positivo por coronavirus. El que sigue haciendo méritos para tener más minutos en el equipo de Ronald Koeman es Pedri. El canario debutaba en la Champions y no podía tener mejor estreno que anotando un gol que sentenciaba, ahora sí, el partido. Buena carrera de Dembélé por banda derecha que deja un pase atrás desde línea de fondo y el ex de Las Palmas cruzaba su disparo para poner el cuarto gol en el casillero culé.
Con el gol del joven futbolista nacido en Tegueste parecía que el partido ya iba a morir definitivamente, pero con Messi en el campo todo puede pasar. Otra vez el argentino volvió loca a la defensa del Ferencvaros antes de ver con el rabillo del ojo a Ousmane Dembélé. El francés recibió el balón y pegó un zapatazo de primeras para hacer el quinto. Para hacer la manita antes del Clásico y cerrar un partido que no fue del todo brillante por parte de los culés, pero, sin duda, será un chute de energía y motivación antes de recibir al Real Madrid en el Camp Nou.
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