Se trata de una operación penada en el mundo de las empresas

El Barcelona se la juega con los trueques ‘ilegales’

El Barcelona se la juega con los trueques ‘ilegales’
Francisco Rabadán
  • Francisco Rabadán
  • Redactor jefe de deportes. He tenido la oportunidad de cubrir dos Juegos Olímpicos, varios Mundiales de distintas disciplinas y algún que otro All-Star de la NBA con los Gasol. De Córdoba y sin acento.

El Barcelona vive en un constante equilibrismo para cuadrar sus cuentas. El club presidido por Josep María Bartomeu se está abonando a un tipo de solución que está muy penada en el mundo de las empresas: se trata de las prácticas colusorias. Un ejemplo de este tipo de comportamiento es falsear libremente el precio de un jugador inflando el mercado con el fin de obtener un beneficio empresarial.

El inminente traspaso de Arthur Melo a la Juventus representa este caso. El jugador brasileño será traspasado a la entidad italiana por 80 millones antes del 30 de junio permitiendo cuadrar unas cuentas culés que, de lo contrario, habrían dado un déficit de 69 millones en esa fecha rompiendo el fair-play financiero.

Una vez pasada la fecha límite del 30 de junio, la Juventus se ha comprometido a vender a Miralem Pjanic a cambio de 70 millones. ¿Qué se consigue con este movimiento? Que el Barça arregle sus cuentas y que la Juventus tenga más margen de gasto en el mercado de la temporada 2020/21 al empezar con un saldo positivo.

OKDIARIO ha analizado el caso viendo claramente que ninguno de los dos jugadores cuesta la cifra que se les presupone en el traspaso. Arthur Melo está cotizado en 56 millones por la web especializada Transfermarkt y Pjanic en 52 produciéndose una clara infracción en un mercado de fichajes que, por culpa del coronavirus, debería ser muy a la baja.

Dentro de esta operación de clara práctica colusoria, el Barça se erige como el probable instigador al haber salvado sus cuentas en el pasado ejercicio mediante el traspaso de Cillesen a cambio de Neto. Los culés vendieron al guardameta holandés antes del 30 de junio por 35 millones cuadrando sus cuentas y el Valencia vendería a su portero a la semana siguiente con otra temporada fiscal comenzando.

La práctica colusoria restringe la competencia y penaliza el abuso de posición dominante o el falseamiento de la libre competencia siendo esta práctica sancionada legalmente y prohibida en la Ley 15/2007, de 3 de julio, de Defensa de la Competencia por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia.

El Barça, al estar libre de la vigilancia de los mercados y de la Liga, no se expone a nada, pero veremos qué sucede con una Juventus que sí cotiza en bolsa. Este movimiento de falseamiento de cuentas, pese a beneficiarles porque les permite reforzarse mejor, podría ser estudiado por las autoridades pertinentes en Italia. Las multas a empresas por prácticas colusorias están a la orden del día en el mundo bursátil y los bianconeros viven y mucho de sus acciones. Y si algún club que compite con la Juve decide denunciar… se acabó cualquier tipo de negocio con Arthur.

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